¿Quieres recibir notificaciones de alertas?

Jueves 08 de Mayo, Neuquén, Argentina
Logo Am2022

¿Cuánto puede tardar el cónclave en elegir al nuevo Papa?

La elección del nuevo papado no es un proceso simple. La burocracia y-sobre todo- la fe llevan su tiempo. Nade debe ser tomado a la ligera. 

Por Redacción

Miércoles, 07 de mayo de 2025 a las 11:28

Tras la muerte del Papa Francisco el pasado 21 de abril, la Iglesia Católica ha puesto en marcha el proceso canónico para elegir a su sucesor. La sede de San Pedro está vacante y, como lo marca la tradición, los cardenales del mundo entero se reunirán en el Vaticano para celebrar el cónclave, el antiguo y hermético sistema de votación que definirá al próximo líder espiritual de más de 1.400 millones de fieles.

La elección del nuevo pontífice comienza oficialmente con el periodo conocido como “sede vacante, que se inicia una vez confirmado el fallecimiento del Papa. Durante este lapso, se realizan las exequias y los cardenales son convocados a Roma para una serie de reuniones previas llamadas congregaciones generales. Allí se debaten los principales desafíos de la Iglesia y se perfila el perfil deseado del futuro Papa.

¿Cuánto puede durar el cónclave?

No existe un plazo determinado para la duración del cónclave. En promedio, los últimos siglos han demostrado que la elección suele resolverse entre uno y cinco días, aunque todo depende del nivel de consenso entre los cardenales.

Ya se encuentran los cardenales esperando conocer el nuevo pontífice

Cada jornada contempla hasta cuatro votaciones (dos por la mañana y dos por la tarde), y si después de varios días no se alcanza un acuerdo, los cardenales pueden optar por modificar las reglas de elección para facilitar la decisión.

La señal más esperada por los fieles es el humo blanco que sale de la chimenea de la Capilla Sixtina, que indica que un nuevo Papa ha sido elegido. En caso contrario, tras cada votación fallida, el humo negro es la señal de que aún no hay consenso.

Los cónclaves más largos de la historia

A lo largo de la historia, la Iglesia ha atravesado momentos de división y complejidad política que alargaron la elección papal mucho más allá de lo habitual. El cónclave más largo fue el de Viterbo, entre 1268 y 1271, que duró casi tres años debido a las disputas entre cardenales franceses e italianos. Fue tal la demora que los ciudadanos de Viterbo encerraron literalmente a los cardenales, les quitaron el techo y redujeron sus raciones de comida para forzar una decisión.

Otro caso histórico fue el cónclave de 1314-1316, que se extendió por dos años y tres meses, marcado por fuertes divisiones entre facciones políticas dentro del colegio cardenalicio.

Hoy, aunque el contexto es muy diferente y el procedimiento más ágil, el proceso sigue siendo complejo y profundamente espiritual, reflejando la enorme responsabilidad de quienes tienen la tarea de elegir al nuevo sucesor de Francisco.

PUBLICIDAD
PUBLICIDAD
PUBLICIDAD
PUBLICIDAD
PUBLICIDAD
PUBLICIDAD
PUBLICIDAD