El jefe del operativo policial del partido entre Boca y Gimnasia y Esgrima en La Plata, que el jueves por la noche terminó con un fallecido por un paro cardíaco, fue detenido junto al efectivo que le disparó a un camarógrafo del canal TyC Sports, informaron fuentes judiciales. Además, entre los heridos uno solo continúa internado en el Hospital Rodolfo Rossi de la capital bonaerense, Rodrigo Arballo, quien sufrió graves heridas productos de disparo de balas de goma que le efectuaron “a quemarropa”.
Tras la imputación del fiscal Martín Almirón y la validación del juez de Garantías Agustín Grispo, el comisario Juan Manuel Gorbarán, jefe del operativo, quedó detenido por estrago doloso seguido de muerte.
Además, se detuvo al principal Nahuel Falcón, autor de los tres disparos contra el camarógrafo Fernando Rivero, por lesiones calificadas por ser cometidas por un policía.
Según se informó a Télam, los efectivos fueron capturados en sus domicilios, en el marco de la causa caratulada “averiguación causales de muerte”, relacionada a los hechos sucedidos el jueves por la noche a minutos del inicio del partido entre los clubes de Gimnasia y Esgrima La Plata y Atlético Boca Juniors, en el estadio ubicado en calle 60 y 118.
En tanto, el fiscal indicó a Télam que el fallecimiento de César "Lolo" Regueiro, de 57 años, se produjo por “un paro cardíaco no traumático".
El letrado manifestó que "la muerte de Regueiro fue producida por un mecanismo no violento y a consecuencia final de un paro cardiorespiratorio no traumático".
"Esto no quita responsabilidades de otro tipo, ni significa que la policía haya actuado bien, pero la causa de muerte fue el paro cardíaco", aclaró el letrado.
Disparo a quemarropa
Rodrigo Arballo, de 38 años, tiene comprometido un ojo por el balazo de goma que le efectuó la policía y una triple fractura de pómulo.
En declaraciones televisivas, Arballo relató que cuando junto a su esposa y su hermana hacía la cola para ingresar al estado “la Policía empezó a reprimir. De un momento para otro, empezaron a tirar gases y me dieron un balazo en el ojo. No entendía lo que pasaba. A raíz de eso, recibí un adoquín en la cara".
"Las puertas ya estaban cerradas con candado y la policía empezó a tirar gases lacrimógenos, a tirar tiros, a pechearte con los caballos, te pegaban con los palos. Fue una salvajada lo que hicieron", afirmó.
También dijo que su esposa es otra de las víctimas de la represión policial. "Tiraron de cerca, a quemarropa. Mi señora tiene nueve tiros en la espalda. A mí me agarraron de lleno en la cara. Tengo mucho miedo, estoy muy triste porque no sé si voy a volver a ver", expresó.
Luego de recibir el disparo y el golpe de adoquín, su hermana lo encontró inconsciente y lo llevó como pudo. "Me arrastró. El auto estaba en el puesto verde enfrente del zoológico. Fue un caos llegar hasta ahí, desvanecido", narró.
Además denunció que no lo aceptaron en el Hospital San Martín y fue trasladado al Rossi: "No me quisieron atender. Me anotaron y no me quisieron atender. Mi hermana me tuvo que traer al hospital Rossi", afirmó.
"Tengo comprometido el ojo, no saben si voy a volver a ver. Tengo quebrada la mandíbula y el maxilofacial en dos partes", sostuvo sobre su actual estado de salud.
Finalmente, relató que tiene una custodia cerca la puerta de su habitación en el nosocomio, que no pidió, y que desde el Ministerio de Seguridad de la provincia le dieron a entender que no hable con los medios.
"Han venido a verme, le han preguntado a la directora del hospital si podían darle un número mío; me han ofrecido de todo, que se iban a hacer cargo de todo lo que pasaba, pero a mí nadie me va a devolver el ojo", se lamentó.