El veto presidencial sobre la nueva fórmula de movilidad jubilatoria fue confirmado luego de que la Cámara de Diputados no lograra revertir la decisión. La votación, influenciada por el cambio de postura de algunos diputados de la UCR y del espacio de Innovación Federal, concluyó con 153 votos a favor de mantener el veto, 87 en contra y 8 abstenciones, dejando la actualización de los haberes sin cambios significativos.
El presidente Javier Milei justificó su veto alegando que la implementación de la nueva fórmula generaría un aumento de deuda de u$s370.000 millones de manera indefinida, poniendo en riesgo el superávit financiero.
En cuanto a los haberes, la fórmula actual para actualizar las jubilaciones se mantendrá vigente. En septiembre, los jubilados recibieron un incremento del 4,03%, correspondiente a la inflación de julio, lo que dejó el haber mínimo en $234.540. A este monto se sumó un bono de $70.000, elevando el ingreso mínimo a $305.540. Esta cifra, sin embargo, sigue siendo insuficiente frente a la canasta básica de los jubilados, que ronda los $800.000 según la Defensoría de la Tercera Edad.
Para octubre, se espera que el Gobierno continúe con la misma metodología de ajuste, actualizando las jubilaciones según la inflación de agosto, que fue del 4,2%. De confirmarse, la jubilación mínima subiría a alrededor de $243.900, y quedaría por definir si se repetirá el pago del bono de $70.000, lo que llevaría el haber a unos $314.000.