GATILLO FÁCIL

Le rompió la cara de un balazo porque pensó que se escapaba

El procedimiento policial fue en octubre del año pasado, el uniformado no tenía permiso para usar la itaka.
martes, 7 de junio de 2022 · 00:15

Los casos de gatillo fácil dentro de la Policía de Río Negro se repiten. Esta vez, la Justicia acusó al cabo Darío San Martín por disparar una escopeta con postas antitumulto a muy corta distancia de un hombre, al que el impacto del proyectil le destruyó la cara. 

Pasaron ocho meses y por fin la fiscalía y la querella lograron presentar los cargos contra el uniformado de la Comisaría 26° de Fernández Oro, que en un procedimiento policial le destruyó la cara a un hombre quien no ofreció ningún tipo de resistencia para justificar tamaño ataque y abuso de autoridad.

El hecho sucedió durante la madrugada del 10 de octubre del año pasado. Pocas horas antes, la Policía había intervenido en un crimen sucedido a orillas del canal Principal y el uniformado involucrado tenía que controlar el acceso a la localidad a la altura del Puente 83. Durante un control de autos que ingresaban o salían, detuvo la marcha de un vehículo y luego de dialogar brevemente con quien conducía, le disparó a muy corta distancia. 

En la audiencia de formulación de cargos desarrollada ayer por la mañana, la fiscal Vanina Bravo acusó al policía de ocasionarle lesiones graves y además incumplimiento de los deberes de funcionario público. De acuerdo al relato de la representante del Ministerio Público, San Martín agarró la itaca 12/70 y disparó a escasos centímetros. El proyectil antitumulto, preparado para no ser letal si se utiliza correctamente a una distancia no menor a los 15 metros, impactó en la mandíbula de la víctima.

El joven baleado fue trasladado al hospital de Cipolletti y quedó internado varios días. También debió ser intervenido quirúrgicamente para reconstruirle las zonas destruidas por el fuerte impacto del proyectil en el maxilar y el rostro. El informe médico indica que sufrió fractura de mandíbula y parálisis facial en la zona izquierda.

La fiscalía aportó como prueba que San Martín no tenía permiso por parte de sus superiores para utilizar este tipo de armas largas, ya que no había realizado la capacitación para ser escopetero. Además, no cumplió con la ley provincial que regula la actuación de los policías, que específicamente en su artículo 3 señala que sólo podrán usar la fuerza cuando sea estrictamente necesario y en la medida que lo requiera el desempeño de sus tareas. 

 

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