A casi dos semanas de la trágica pérdida de cuatro soldados del Ejército Argentino en un desgarrador accidente, se revelaron detalles cruciales sobre las circunstancias que rodearon este episodio. La Fiscalía avanzó con la hipótesis que responsabiliza a la conductora como la principal causa de la tragedia, descartando fallas mecánicas en el vehículo involucrado.
El fatídico suceso ocurrió el 21 de septiembre cuando un camión del Regimiento local se precipitó por un barranco en la ruta provincial N° 62. La fiscalía concluyó que la chofer, quién tenía la habilitación requerida para manejar este tipo de vehículos, cometió un error en la operación que desencadenó la tragedia.
El informe mecánico, que excluye cualquier posible fallo en el camión, arrojó que al momento del accidente, el vehículo se desplazaba a una velocidad mínima de 42,7 kilómetros por hora, una cifra que indicaría que no se había aplicado una frenada adecuada, ya que en este tipo de vehículos se requiere un frenado complementario a través del motor y la caja de cambios.
Los hechos previos al trágico evento se revelan en la investigación. Según informaron, el camión militar transitaba con normalidad por la ruta provincial 62 hasta que, después de adelantar a otro vehículo en una curva, incrementó su velocidad de manera peligrosa. En la última curva, la incapacidad para reducir la velocidad llevó a la pérdida total del control del camión, que finalmente salió de la carretera y cayó en el jardín de una vivienda en el barrio Alihuén.
Hasta la fecha, la fiscalía tomó declaraciones de 12 personas, incluyendo vecinos de la vivienda afectada y los propios militares que estuvieron involucrados en el accidente.