El comercio en la feria de La Salada quedó marcado por una denuncia impactante: un kiosquero reveló que oficiales de la Policía Federal le robaron mercadería por un valor cercano a los 8 millones de pesos. El hecho ocurrió durante el período en el que el predio, en Lomas de Zamora, permaneció clausurado por una decisión judicial, tras ser implicado en una causa por presunto lavado de activos.
Julio, quien tiene más de 30 años de trayectoria en el lugar, relató con indignación cómo sucedieron los hechos: “El 8 de junio me levantaron la persiana y me saquearon. Durante estos días me sacaron la mercadería que tenía, no me dejaron ni un caramelo. En los videos se ve que son personas con chalecos de la Policía Federal. Rompieron cámaras y una computadora. Fue un abuso de poder”, señaló en una entrevista con C5N.
Con el rostro marcado por la impotencia, el comerciante agregó: “Estoy acá desde hace más de 30 años. Tengo indignación e impotencia. Es todo sacrificio y a pulmón. Me quiero reponer y tomar más fuerza”. Según Julio, las pérdidas no solo son económicas, sino también emocionales, ya que lo que vendía no era solo mercancía, sino el esfuerzo de años.
Cuando se le consultó sobre el valor de la mercadería robada, el kiosquero no dudó en dar una cifra alarmante: “Acá hay alimentos y cuando vine, lo poco que había tuve que tirarlo. Entre cigarrillos y mercadería, perdí $8 millones”, precisó.
Además de las pérdidas materiales, Julio también denunció que el robo incluyó actos de vandalismo. "El dueño de uno de los patios de comida me mostró que no solo me robaron, sino que hicieron sus necesidades en el lugar. Apunto a los efectivos policiales", relató. El comerciante no dudó en señalar la gravedad del abuso, acusando a los efectivos de haber aprovechado su posición para saquear el lugar sin consecuencias.
Pero Julio no fue el único en levantar la voz. Julieta, otra comerciante del predio, también denunció lo ocurrido. "A mí me faltaron cervezas del stock, un desastre. Da mucha bronca y mucha impotencia. Yo estoy acá porque mi papá falleció y me hice cargo de su parte. Nosotros los feriantes somos gente de trabajo y tenemos fe de que esto va a repuntar. Fue muy injusto y brusco lo que nos hicieron. No somos delincuentes, somos feriantes. Nos sentimos discriminados", expresó visiblemente afectada.
Este fin de semana largo, la feria de La Salada reabrió sus puertas después de un mes de cierre, gracias a la decisión judicial que levantó la clausura provisional del predio. La reapertura se produjo en el marco de la causa por lavado de activos que involucró al lugar, aunque los feriantes siguen preocupados por las pérdidas sufridas durante este tiempo.
Muchos de ellos, como Julio y Julieta, temen que las repercusiones de este robo puedan afectar aún más sus economías, especialmente en fechas claves como el Día del Padre, una de las jornadas comerciales más importantes del año. Aunque algunos se mostraron esperanzados con la reapertura, las pérdidas siguen siendo un golpe difícil de superar.
La denuncia realizada por los comerciantes resalta no solo un hecho de robo, sino también un reclamo más profundo: la necesidad de que se respete el trabajo y la dignidad de quienes, a pesar de las adversidades, han mantenido la feria en funcionamiento durante más de tres décadas.