"Le preguntaron desde cuándo se sentía niña y ella dice que desde hace mucho. Tiene conciencia de que antes se la trataba como Manuel, aunque ella se sentía Luana. Y que un día la empezaron a tratar como Luana. Siempre fue Luana".
Cuando Luana nació, en 2007, aún no existía una ley que le permitiera llamarse así. Vivió los primeros años de su vida con un DNI que indicaba que su nombre era Manuel. Cuando aprendió a hablar, entre las primeras cosas que le manifestó a su mamá, Gabriela, fue que no se llamaba Manuel, que se llamaba Luana y que era una nena, y que si ella no la llamaba por ese nombre, no le iba a responder.
El 9 de mayo de 2012 el Congreso de la Nación sancionó la ley 26.743, conocida como Ley de Identidad de Género, que permite que las personas trans (travestis, transexuales y transgéneros) sean inscriptas en sus documentos personales con el nombre y el sexo de elección, siendo además la primera ley de este tipo en el mundo en no patologizar la condición transgénero.
De esta forma, en 2013 Luana se convirtió en la primera niña trans en obtener un DNI en la República Argentina, al mismo tiempo que su mamá, Gabriela Mansilla, se volvió la cara visible de la lucha por la ampliación de derechos.