Las provincias patagónicas tienen una penosa larga lista de periodistas asesinados en diferentes momentos de la historia. Desde Abel Cháneton, muerto en un bar de Mitre casi Olascoaga en enero de 1917 en Neuquén, a Ricardo Gangeme, en una madrugada de Trelew en mayo de 1999.
Del neuquino sabemos que fue el sargento Luna, que le apoyó el revólver en el pecho y lo mató al instante. De Gangeme, cuando han pasado exactamente 20 años, aun la justicia no ha determinado quién lo hizo, ni si fue un crimen por encargo.
A principio de los años 90, Ricardo Gangeme llegó a Chubut para hacerse cargo del diario Jornada, tras haber dirigido las tres ediciones del diario Crónica de Buenos Aires, unos años antes. Luego se desvinculó del periódico patagónico y fundó “El informador chubutense”, donde continuó con una larga lista de denuncias de corrupción y negociados en esa provincia, que ya había comenzado en Jornada.
Lo que está claro, a 20 años y tras un largo periplo de la justicia provincial que nunca pudo dar con los verdaderos asesinos, es que luego de cenar en un local céntrico de Rawson se dirigió a su departamento en Trelew y al estacionar su vehículo alguien se acercó y le disparó a quemarropa.
Uno de los más profundos análisis sobre el tema lo realizó el periódico digital “El extremo sur”, quien destacó que “la primera investigación estuvo a cargo del entonces juez de Instrucción Florencio Minatta. En 2002 fueron llevados a juicio tres personas: Daniel Viti, Richard Smith y Alejandro Jara. Los tres fueron absueltos por el tribunal compuesto por Daniel Rebagliati Russell, Roberto Portela y Juan Di Nardo. Pese a esta decisión, todos los indicios indicaron -entonces y ahora- que el crimen de Gangeme se debió a su trabajo periodístico. En 2011 hubo una segunda investigación, que impulsó el procurador general Jorge Miquelarena. Se tomaron nuevos testimonios y se reafirmaron otros. Pero los fiscales Fernando Rivarola y Mirta Moreno no hallaron pruebas suficientes para otra imputación. El caso prescribió por el paso del tiempo”.
Y agregó la crónica que “quedó flotando el nombre de Laurindo Vélez Galván, un sujeto con antecedentes que para muchos, fue el sicario que ejecutó a Gangeme. Murió en un accidente cuando la pesquisa ya le apuntaba. Lo cierto es que pasaron 20 años. Que la causa prescribió. Y que el crimen quedó impune”.