EMPODERADA EN 1969
Silvia, la primera mujer en egresarse en el histórico Otto Krause
Lozar de 71 años, en 1967, cuando fue a pedir una vacante, la Institución se la negó porque hasta ese entonces el colegio era solo de hombres. Insistió se recibió, siguió estudiando, recorrió el mundo. Estudió en la UNCO y se recibió de médica. Hoy vive en Cipolletti.Silvia Lozar, tiene 71 años. Allá en el año 1967 quería ingresar a culminar sus estudios en el histórico colegio Otto Krause, hasta ese entonces exclusivo para hombres. Igualmente solicitó una una vacante a la Institución. Como era de esperarse, las autoridades le dijeron: "No aceptamos mujeres". Sin miedo, empoderadísima para aquellos tiempos que corrían, les redobló el cuestionamiento con una contundente respuesta: “Ustedes no pueden decirme eso. Todos los colegios son mixtos por ley”.
Ese diciembre de 1969, Silvia Lozar se convirtió en la primera mujer que egresó de la escuela Técnica Nº 1, fundada en 1899 por el Ingeniero Otto Krause.
"´Yo había ingresado en el Colegio Huergo, dónde mi hermano también concurría, y estudiaba la tecnicatura de Química. Hice los primeros tres años allí|, pero después del turno mañana pasaba al de tarde/noche, y no quería, por eso decidí ir al Otto Krause, pero, obviamente me dijeron que no, que era ´´un colegio de varones´´, y yo insistí, le mostré mis boletín con calificaciones excelentes, y les rematé que por ley en la Argentina todos los colegios eran mixtos, y se negaban porque no había infraestructuras y baños para una ´´señorita´´", sostuvo Lozar, en diálogo con MI Radio por AM550.
Fue tal la insistencia de Silvia, que la aceptaron, previo a una charla con todos los alumnos de la institución, e ingresó tres días después que comenzaron las clases: "Un jueves arranqué, lo recuerdo, en el 67´. Eso sí, no me dejaban compartir nada, yo debía entrar por la puerta de los profesores, no podía salir del aula, ni usar la cantina, y el baño que utilizaba era el de las docentes", relató la bahiense.
Sin embargo, un año después, tomo valor e ingresó por donde ingresaban todos los alumnos: "Me miraron todos diciendo ´´Silvia está acá´´, y no hubo ningún problema y allí me pude integrar a toda la escuela como correspondía".
No obstante, reconoció que se sintió cuidada, sin embargo el primer año lo sintió con mucha soledad: "Me sentía aislada, pero después todo cambió". Un año después que Silvia se egresó, ocho chicas se anotaron para ingresar al Otto Krausee.