En una era de transformación digital Neuquén no quiere quedarse atrás. Por eso busca emular el modelo de vanguardia a nivel mundial. El de Estonia, que se convirtió en pionera global con un sistema administrativo basado en un principio sencillo pero revolucionario: el ciudadano solo debe proporcionar sus datos una vez. Conocido como el modelo "Once Only", este sistema está íntimamente ligado a una infraestructura de interoperabilidad digital, donde todos los organismos públicos —y algunos privados— pueden intercambiar datos de forma segura, eficiente y transparente. Este modelo ahora, llegó a Neuquén.
La herramienta clave para hacerlo posible es X-Road, una plataforma de intercambio descentralizada que permite a las instituciones acceder a la información necesaria sin necesidad de repetir trámites o pedirle al ciudadano que cargue una y otra vez los mismos datos. El resultado: trámites más rápidos, reducción de la burocracia y un salto de calidad en la experiencia ciudadana.
El origen del modelo: Estonia y una decisión estratégica post independencia
La historia de este sistema comienza en los años 90, cuando Estonia recupera su independencia de la Unión Soviética en 1991. Con recursos escasos y sin una infraestructura administrativa tradicional, el país decidió apostar por una solución innovadora: construir un Estado digital desde cero. En 1996 lanzaron el programa "Tiigrihüpe" (Salto del Tigre), que llevó computadoras e internet a las escuelas, y sentó las bases para la digitalización nacional.
En el año 2000, se lanzó el proyecto piloto de X-Road, y para 2001 ya estaba en funcionamiento oficial. Con el tiempo, el sistema fue fortaleciéndose y, tras los ataques cibernéticos de 2007 —atribuido a actores vinculados al gobierno ruso—, se consolidó una de las infraestructuras de seguridad digital más sólidas del mundo. Estonia no solo resistió, sino que aprendió: fortaleció la trazabilidad de sus datos, incorporó tecnologías de encriptación avanzada y se convirtió en modelo global de soberanía digital.
Hoy, X-Road conecta más de 450 organizaciones, más de 3.000 servicios y supera los 2.000 millones de transacciones anuales, siendo la base del ecosistema digital del país.
La llegada a Argentina y luego desembarco en Neuquén
Inspirado por el modelo estonio, el ingeniero Gustavo Giorgetti, quien hoy se encuentra articulando con provincia y es, a su vez, especialista en innovación tecnológica y gobierno digital, comenzó a impulsar la idea de aplicar un sistema interoperable en Argentina. A través de diversas experiencias públicas y privadas, fue adaptando los principios de X-Road al contexto local, trabajando con conceptos como "Once Only" y procesos interinstitucionales automatizados.
En Neuquén, su iniciativa encontró eco gracias al respaldo político del ministro de Energía y Recursos Naturales Rubén Etcheverry, quien promovió la digitalización de la gestión pública como un eje estratégico de desarrollo. Desde entonces, Neuquén comenzó a diseñar su propia plataforma de integrabilidad, centrada en cuatro pilares: compartir datos desde fuentes auténticas, cocrear procesos digitales entre organismos, liberar servicios accesibles para el ciudadano y asegurar trazabilidad de cada operación.
Con más de un millón de intercambios digitales registrados, la experiencia neuquina empieza a mostrar resultados concretos: eliminación de trámites duplicados, automatización de certificaciones y mejoras en la interacción ciudadano-Estado.
Cómo funciona el sistema y por qué puede cambiarlo todo
A nivel técnico, la interoperabilidad se basa en una arquitectura distribuida: cada organismo conserva su base de datos, pero todos se conectan mediante una capa común —segura y auditada— que permite intercambiar información en tiempo real. Esto evita la duplicación de datos, los errores humanos y las demoras innecesarias.
Uno de los aspectos más destacados del modelo es su enfoque en la transparencia. Cada vez que una entidad accede a los datos de un ciudadano, ese acceso queda registrado. De esta manera, el ciudadano puede saber quién consultó su información, cuándo y para qué. Además, la seguridad de la plataforma se basa en estándares de cifrado robustos y mecanismos de autenticación que garantizan la integridad de cada transacción.
Para la gestión pública, esto representa una verdadera revolución. Permite diseñar políticas más eficientes, coordinar programas sociales sin solapamientos y reducir costos operativos. Para el ciudadano, significa menos trámites, menos filas, menos papeles y más tiempo para lo que realmente importa.
Un nuevo paradigma para la administración pública
Neuquén se posiciona así como una de las provincias más avanzadas en materia de digitalización e interoperabilidad en Argentina. La adopción de un modelo basado en la experiencia de Estonia no solo moderniza la burocracia, sino que también propone un nuevo contrato entre el Estado y la ciudadanía, basado en la confianza, la transparencia y la eficiencia.
A medida que más organismos se sumen a esta red, los beneficios se multiplicarán: desde la salud hasta el acceso a la vivienda, pasando por licencias, certificados, programas sociales y más.
El camino está trazado. Y si Neuquén logra consolidar este modelo, no solo habrá cambiado la forma de hacer trámites. Habrá transformado la manera en que el Estado se relaciona con su gente.