ESTATALES CALIENTES
Acampe policial y un aumento de emergencia
Los uniformados pretendían un sueldo mínimo de 129 mil pesos, pero les dieron 85 mil, por debajo de la canasta básica alimentaria del mes pasado.Si algo caracteriza a la gestión de Arabela Carrera es la falta de timing, con respuestas que llegan tarde o discursos agraviantes en épocas de conciliación. Con los policías en las calles, protestando a la vista de todos desde hace 10 días, pero en los pasillos de las unidades desde mucho antes, y cuando el conflicto realmente esta en un punto apenas por debajo de la ebullición, anunció un aumento de tal manera que ningún empleado de la fuerza, del escalafón seguridad, cobrará por debajo de los 85 mil pesos. Fuera de tiempo hasta para esto, porque la canasta básica alimentaria en abril era de 89.690 pesos.
Tras varios intentos de los jefes de las comisarías, que presionan a sus subordinados para que no se sumen a las protestas, pero sin poder desarticular cualquier expresión, por la enorme bronca que puede sentir cualquier persona que arriesga su vida a diario y lo que gana no le alcanza, finalmente este mediodía se anunció el prometido aumento a los policías rionegrinos.
Primero, hace unos días, y en un hecho inédito que significa reconocer que el salario de los uniformados se compone de los adicionales que deben hacer en sus horas de descanso, la Jefatura anunció que en vez de 150 pesos la hora como se venía cobrando hasta ahora, el monto sube a los 400 pesos y con liquidaciones cada 15 días.
Pero esto no alcanzó. La bronca se manifestó con carpas en las puertas de las principales comisarías de Río Negro, en Bariloche frente a la Regional II a metros del Centro Cívico, en Viedma en la Jefatura, justo a la vuelta de Casa de Gobierno, en Roca, en la Comisaría 3° y en Cipolletti en la 4°, en pleno centro, por mencionar algunas.
Entonces, hoy cuando llegó Carreras a Viedma, después de su estadía en Europa y el descanso desde el viernes en Bariloche, se reunió por más de dos horas con el (¿aún?) Jefe de Policía Osvaldo Tellería y su amiga, la ministra de Seguridad, Betiana Minor. Cuentan que ya se analiza el cambio de mando de la fuerza, le fijaron un plazo al Comisario General para que acomode todo antes de irse. Del mismo modo redactaron un borrador que después la gobernadora selló con su gabinete en los primeros minutos de la reunión que mantuvo más tarde con sus ministros.
Así fue que al mediodía, desde el patio de la Casa de Gobierno, Minor con Tellería a su costado, anunció que ningún policía del escalafón seguridad cobrará por debajo de los 85 mil pesos en el caso de que no ocupe una vivienda policial, en tanto que los administrativos ingresantes, sin vivienda, tendrán un piso de 65 mil pesos. Igual caso para los que se desempeñen dentro del Servicio Penitenciario Provincial.
Estos valores se liquidarán con el sueldo de mayo, por ende, los policías recién lo podrán cobrar durante los primeros días de junio, dentro de casi un mes del anuncio, y a casi dos del valor cercano a los 90 mil pesos para poder cubrir los gastos de la canasta alimentaria. También Minor prometió que los futuros aumentos que se definan para los empleados estatales se trasladarán directamente a los salarios policiales y penitenciarios.
Desde los distintos sectores que encabezan la rebelión policial se mostraron disconformes con el monto anunciado, ya que pretendían que el sueldo mínimo de un policía sea de 120 mil pesos.