Custodio y chofer de Carreras culpable de caza ilegal

El custodio y chofer de la gobernadora Arabela Carreras fue declarado culpable del delito de caza ilegal de un guanaco, que es una especie protegida según las leyes de conservación de la Fauna Silvestre, además de violar las restricciones vigentes durante el Aislamiento Social Preventivo y Obligatorio.

Osvaldo Ferreyra Soleiman, que fue asignado a la custodia privada de Carreras el mes pasado, estaba imputado en la causa desde mediados de septiembre de 2020, junto con otro policía en actividad, Luis Alejandro Rivera y una mujer, retirada de la Policía de Neuquén, Claudia Campos, quien a su vez es hermana de quien se desempeñaba como jefe de la guardia de Carreras hasta que dejó su puesto al ser trasladado a Bariloche.

Ahora resta saber cuál será la determinación que tomará la Jefatura de Policía con los dos uniformados en actividad y en especial con Ferreyra Soleiman, quien el pasado 5 de abril fue designado desde la Comisaría 22 de Cervantes "al Departamento de Seguridad, dependiente de la Dirección General de Prevención, seguridad y Orden Público (para cumplir funciones como custodia de la Señora Gobernadora)", como dice el parte diario al que accedió Mejor Informado. Es importante destacar, que si bien la custodia la designa la propia Jefatura de la Policía, siempre tiene que tener el consentimiento de la gobernadora, que en este caso no emitió ninguna opinión al respecto. 

Analizados de manera conjunta e integral los elementos de convicción, se deriva sin esfuerzo de ninguna naturaleza, pese a circular en dos rodados distintos, el actuar conjunto de los tres imputados

En su veredicto de culpabilidad, el juez de Juicio Emilio Stadler afirmó que "analizados de manera conjunta e integral los elementos de convicción, se deriva sin esfuerzo de ninguna naturaleza, pese a circular en dos rodados distintos, el actuar conjunto de los tres imputados". Como tampoco quedó duda de que el guanaco que los dos policías llevaban en una camioneta Ford Ranger había sido "cazado, muerto y despostado momentos antes del procedimiento que derivó en su incautación" y que todas las armas secuestrada eran idóneas para cazar. 

El hecho sucedió el 13 de septiembre de 2020, en el destacamento de Paso Córdoba, cuando en un control de rutina se detectó que en una camioneta eran trasladados los restos de un guanaco. En otro vehículo, que manejaba Campos, se encontraron las armas largas con trípode y miras telescópicas que habían sido utilizadas para la caza ilegal.

A raíz de este procedimiento, desde la Jefatura de Policía se había intentado trasladar, a modo de castigo, al oficial encargado de llevarlo a cabo. También, por la relación de amistad que tenía el entonces fiscal de turno roquense con la policía retirada, debió excusarse de intervenir en la causa.

La próxima etapa del proceso es el juicio de cesura, en el que se definirán las penas que corresponderá a cada una de las personas imputadas.