En el primer semestre de 2023, la pobreza alcanzó al 40,1% de la población, o lo que es lo mismo, a algo más de 18 millones de personas, según el Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC). Mientras, la indigencia afecta ya al 9,3% de los argentinos. Detrás de esto está la inflación, que no frena. En septiembre se situó en el 138,3% interanual, su nivel más alto en los últimos 30 años. Pero ahí no queda todo, el Índice de Precios al Consumidor también creció respecto a agosto, concretamente un 12,7%. Y en toda esta devastación, la peor parte se la llevan los niños. El 56% de los menores son pobres, según UNICEF Argentina. Viven en hogares en los que no hay ingresos suficientes para adquirir alimentos o suplir necesidades básicas.
A raíz de esta compleja situación, proliferan los merenderos y comedores populares en todo el país, Neuquén no es la excepción. La llamada "isla petrolera" también sufre el impacto de la crisis en su población, que poco se beneficia de los recursos naturales que tiene la tierra que los vió nacer. Al contrario, el ritmo de la industria petrolera le marca altos precios y elevadísimos costos de vida a una sociedad cada vez más empobrecida.
En el corazón de la lucha contra el hambre y la pobreza, el comedor "Choconcito Kids" emerge como un faro de esperanza. Vecinos solidarios se unen, desafiando las adversidades de los índices, para proporcionar no solo alimentos, sino también un refugio de apoyo emocional. El esfuerzo colectivo se convierte en un bálsamo para las carencias nutricionales que se recrudecen en la meseta neuquina, tejiendo un manto de solidaridad que abraza a los más pequeños.
El comedor está ubicado en los límites de Neuquén y Centenario, en una zona lindante a Colonia Rural Nueva Esperaza y a escasos metros del Mercado Concentrador. Administrado por cuatro valientes mujeres, las labores se realizan "a pulmón" y con la labor de los vecinos que asumen las tareas de un estado ausente. Natalia Navarro es una de ellas y fue entrevistada por el equipo de Radio Mitre Patagonia.
"Atendemos 235 personas, entre grandes y chicos. Muchos nenes que vienen a comer, no comen otra cosa en todo el día", relata Natalia, "muchas veces nos quedamos sin mercadería y no nos queda otra que abrir una cuentita en alguna despensa, porque no nos ayuda nadie", continúa.
El comedor se dio a conocer con el boca en boca y las redes sociales, "la gente nos conoce y nos hace donaciones" cuenta Natalia. "Invitamos a la gente a venir y que vea de cerca la dura realidad que se vive en la meseta. Empezamos asistiendo a 10 familias, hoy en día son 56. Se multiplicó la gente, pero no las raciones", comenta la mujer.
Para ayudar y/o realizar donaciones al comedor "Choconcito Kids" comunicate por Facebook.
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