Los precios de las frutas y verduras son indicadores directos de la inflación que se registra mes a mes entre los productos de la canasta básica. Los factores climáticos, el valor del flete y el juego de la oferta y demanda también influyen directamente en la variación de precios.
Todo sube, ahora el precio del tomate está literalmente por las nubes ya que en muchos comercios y verdulerías de Neuquén capital y de la ciudad de Buenos Aires se consigue a $999 el kilo, es decir a mil pesos. Este incremento se da a pesar de que esta fruta se encuentra en precios justos y debería venderse a $459 el kilo.
Mejor informado realizó un relevamiento por las distintas verdulerías de la ciudad y los consumidores directamente dejaron de comprarlo o llevan por unidad.
El productor fruticultura de Cipolletti, Horacio Pierominichi, indicó que la suba del tomate “se debe al incremento del precio del gasoil que se usa en las maquinarias para la cosecha y sobre todo porque los insumos que se utilizan están a valor dólar”.
“El problema de productores del Alto Valle es que ya no podemos producir tomate, manzanas y peras porque los costos nos superaron día a día, por eso la economía regional está desapareciendo. En Rio Negro quedamos 600 trabajadores de 10 mil que éramos”, remarcó Pierominichi.
Con este precio los consumidores se la rebuscan y buscan alternativas para hacer la famosa ensalada de lechuga y tomate, que por cierto también las hojas de verdes están casi incomparables.
Este tema llegó a redes sociales y se hizo viral porque los usuarios no solo se quejaron, sino que además indicaron que el tomate es caro y encima de mala calidad, ya que muchos compradores al cortarlo se encontraron con que son de cámara y encima están verdes en su interior.