La tierra se ama y se respeta. Las costumbres se llevan en la sangre y se reivindican todo el tiempo para perpetuarlas en la historia de los pueblos. El Cholar tiene tradición y la Fiesta Provincial del Ñaco es su mejor expresión. También tiene gente gaucha que le pone el pecho a la cultura y que va dejando grandes legados tras sus pasos.
Es el caso de José Araya, un policía de ley que, luego de prestar servicios a la comunidad por 25 años, se retiró de la institución y con su “maleta llena de amigos” se fue a hacer lo mismo al campo de destrezas y jineteadas de la popular festividad del norte neuquino. En el mismo lugar donde hace 16 años, con el entonces intendente Néstor Fuentes, crearon el emblemático y sello distintivo de la fiesta que es el increíble y único Cruce de Banderas.
Estando en plena actividad, y con autorización de la superioridad, José colaboraba ad honorem con la fiesta del pueblo, tal cual lo sigue haciendo. “Por aquellos años los amigos Faustino Padilla y Kitín Pizarro me convocaron para acompañar la fiesta”, contó en diálogo con MEJOR INFORMADO.
“Para mí fue muy linda oportunidad poder empezar a trabajar en el campo de jineteada con los chicos de 7 a 11 años. Con la autorización de los padres, les empecé a enseñar a desfilar y a igualar caballos para que siempre tuvieran un desfile prolijo y se pudieran lucir”, recordó.
Nacimiento del popular Cruce de Banderas
José Araya siempre vivió y respiró “campo” en toda su vida. Lo lleva tatuado en su piel y en su alma. Siempre fue y es muy carismático, solidario y le gusta transmitir sin mezquindad su experiencia y sus conocimientos a los demás. Recordó que, tras unas cuantas prácticas con los niños, nació la idea junto a Néstor Fuentes de “presentarlos en sociedad” en una de las tantas ediciones de la Fiesta del Ñaco.
“Le pedí al intendente la oportunidad de mostrarle al pueblo y a los visitantes lo que ellos hacían. Y aprovechando que de noche se hacían jineteadas nocturnas, nosotros presentamos nuestro broche de oro. Allí nació el primer cruce de banderas. Fue una noche histórica en toda la provincia y tengo el orgullo de decir que lo armé yo con mi cuñado Francisco Navarrete, que me dio una mano”, relató.
Así fue que hace 16 años se inició lo que es hoy el tradicional Cruce de Banderas con los jinetes más pequeños. Fue tanto el éxito de aquella primera vez que se despertó el entusiasmo en todos. Debido a esto, el grupo de gauchos cada vez se fue haciendo más grande. “Empezamos a trabajar también con los mayores y ya se hizo más popular el grupo. En otros años hicimos coreografías coordinadas en la parte de folklore con Silvia Canales que es la actual intendenta”, sostuvo José.
En sus palabras también rescató el valor y la buena predisposición de tanta gente conocida y otras anónimas que han hecho crecer la fiesta hasta límites tal vez nunca imaginados. “Es algo muy lindo que llevamos en el corazón y los cruces de banderas son el sello de la fiesta de El Cholar por tantos años que los venimos haciendo y es algo que nació de acá y que con los chicos y grandes lo queremos conservar para siempre”, decretó.
José y el gran sueño de llegar a Jesús María
El hombre de campo que ideó el magistral cruce de banderas es nacido y criado en el pueblo de El Cholar. En su época de policía del Neuquén trabajó siempre en el norte neuquino, en localidades como Las Ovejas, Varvarco. Andacollo y El Huecú. Hasta que finalmente, en 2016, luego de 12 años de trabajo en su propio pueblo se acogió a los beneficios del retiro.
Desde ese entonces se dedicó de lleno a su pasión por el campo y ser un acérrimo colaborador en la fiesta del Ñaco. “Me retiré con la jerarquía de suboficial mayor con 25 años y 6 meses de servicio. En esa misma época ingresó a la policía mi hijo Víctor, así que hicimos un renuevo de autoridades policiales”, dijo entre risas y satisfacción.
Más adelante contó con emoción la distinción recibida el año pasado. “Por una disposición del ejecutivo y legislativo municipal le pusieron mi nombre al campo de jineteadas. Eso me da mucho orgullo y alegría pero también mucha responsabilidad”, remarcó. Además agregó que está "eternamente agradecido de Néstor Fuentes" ya que fue la persona que lo "llamó a trabajar y a darle una mano en el campo de jineteadas. Junto a él descubrimos muchas cosas que le han hecho muy bien a nuestra fiesta”.
José Araya está casado con Stella Maris Navarrete y tiene dos hijos. Y como buen gaucho y soñador tiene una esperanza bien guardada en su alma y corazón. “El sueño más grande mío y de todo el grupo de gauchos de El Cholar es llegar algún día a Jesús María con los caballos para poder hacer el cruce de banderas que tenemos nosotros acá y que se manifiesta en una trilla y en nuestras costumbres camperas del norte neuquino y esperamos que alguna autoridad del gobierno provincial ponga los ojos en nosotros y nos pueda dar una mano para llegar. No perdemos esa esperanza”, cerró con toda la ilusión del mundo.
Este año la XXXV Edición Regional y la XIX Edición de la Fiesta del Ñaco se realizarán en El Cholar los días 9, 10 y 11 de febrero. Según la organización habrá desfile gaucho, jineteadas, destrezas, trilla, comidas típicas y espectáculos musicales entre otras muchas actividades.