Una empleada de Salud Pública de Río Negro no logra despertar de una pesadilla que vive hace un par de semanas. Le hackearon la cuenta sueldo del Banco Patagonia y ahora además de tener bloqueado el acceso a su sueldo y el aguinaldo, tiene una deuda de casi 100 millones de pesos. El agente financiero del Estado, no da respuestas por la vulneración de su sistema de seguridad.
Gladys, trabaja en el hospital de Villa Regina y el viernes el 27 de junio se dio cuenta que había sido víctima de una estafa. Intentó transferir a su cuenta de Mercado Pago un bono de 40 mil pesos que le habían depositado. Una maniobra habitual entre los estatales, que suelen derivar sus haberes a billeteras virtuales para evitar comisiones o limitaciones del Patagonia, que desde hace años monopoliza los sueldos de la administración pública.
Pero algo andaba mal. La transferencia no se pudo hacer. Pensando en un error del sistema, fue personalmente a la sucursal de la calle Mitre y lo que encontró fue una escena digna de un thriller bancario: su cuenta estaba bloqueada y aparecía un saldo negativo de casi 100 millones de pesos. Ni ella, ni su familia, ni nadie cercano puede explicarse cómo se llegó a ese monto, ni quién movió semejante cantidad de plata.
Según le explicaron después, desde un banco del Chubut habían detectado movimientos sospechosos desde su cuenta. En otras palabras: alguien usó su cuenta para realizar transferencias ilícitas. El sistema del Patagonia detectó la maniobra y la bloqueó, pero en vez de proteger a la víctima, la dejaron sin acceso a su sueldo, a su aguinaldo y a cualquier posibilidad de extrar su dinero.
No se como entran tan fácil a tu cuenta y te manejan todo. Esto no solo me pasó a mi, le pasó a un montón de compañeros. Desde que le clonaron la tarjeta y le sacaron plata
Gladys se desesperó. Habló con personal del banco, presentó quejas, pidió explicaciones. "No se como entran tan fácil a tu cuenta y te manejan todo. Esto no solo me pasó a mi, le pasó a un montón de compañeros. Desde que le clonaron la tarjeta y le sacaron plata", contó angustiada.
Cuando volvió, unos días más tarde, ya con su sueldo acreditado, la respuesta fue tan insólita como indignante: "la plata está, pero no puede tocarla". Le dijeron que hasta que termine la investigación, que puede demorar entre uno y dos meses, no podía retirar ni un peso. La cuenta sigue inhabilitada. Y lo peor: figura con un saldo deudor de 100 millones de pesos. Como si fuera una gran empresaria que se fundió, no una trabajadora que cobra en cuotas su sueldo estatal.
Cansada de no tener respuestas, fue acompañada por su marido al banco y decidió quedarse ahí hasta que le dieran su sueldo. "Necesito pagar, tengo mis deudas, tengo que vivir", insistió. Solo así, por la ventanilla y después de varias horas, logró cobrar. Pero la cuenta sigue bloqueada y dentro de 15 días tendrá que volver, con la incertidumbre de no saber si la van a seguir considerando deudora de una cifra absurda o si el banco reconocerá que fue víctima de un fraude.