La educación con propósito: jóvenes que transforman su aprendizaje en herramientas para toda la comunidad
En una ciudad que crece y se transforma, los jóvenes del Colegio San José Obrero – CEMOE tendrán un rol protagonista: serán quienes diseñen y construyan mobiliario urbano, juegos didácticos y elementos de uso comunitario que se verán en plazas, ferias y actividades organizadas por la Municipalidad de Neuquén.
La iniciativa forma parte de un convenio de colaboración que firmó el municipio con esta histórica institución educativa, que desde hace más de medio siglo capacita a jóvenes y adultos en oficios como carpintería, electricidad, electrónica y mecánica. El acuerdo no solo apunta a fortalecer la formación técnica, sino también a integrar a personas de sectores vulnerables, brindándoles oportunidades reales de inclusión educativa, laboral y social.
Un aula que se extiende a la ciudad
Gracias a este convenio, la experiencia de aprender se vuelve aún más significativa. Los alumnos no solo adquirirán habilidades concretas, sino que verán el fruto de su trabajo en los espacios públicos, aportando con sus manos y su esfuerzo al bienestar colectivo.
El municipio podrá solicitar al colegio la construcción de distintos elementos urbanos, que serán desarrollados por estudiantes con el acompañamiento de docentes y el uso de herramientas y maquinaria del establecimiento. Todo se canalizará a través de actas particulares que establecerán los plazos y condiciones de cada entrega.
Además, como ya ocurrió en ediciones anteriores, el municipio seguirá utilizando equipamiento del colegio en sus actividades comunitarias. Pero esta vez, el compromiso se formaliza y amplía con una visión a largo plazo: el convenio estará vigente hasta diciembre de 2027 y podrá ser renovado.
Un gesto que emociona y construye futuro
La firma de este acuerdo no solo respalda el valor de la educación técnica, sino que pone en el centro a quienes muchas veces quedan al margen. Se trata de una política pública que une saber, acción y sensibilidad social. En lugar de aulas cerradas y saberes abstractos, aquí hay jóvenes construyendo futuro con maderas, tornillos y solidaridad.
Y si bien todo esto se enmarca en la responsabilidad institucional de ambas partes, lo que queda en evidencia es algo mucho más poderoso: la posibilidad de que la educación sea una herramienta concreta de transformación.