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Domingo 06 de Julio, Neuquén, Argentina
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Modo campaña activado: carteles, rosca y fracturas políticas en el camino a octubre

Los espacios políticos de Río Negro ya juegan a fondo de cara a octubre: el kirchnerismo y el PRO se cruzaron en la Legislatura, la interna libertaria arde y Weretilneck acelera su estrategia provincialista junto a los gobernadores patagónicos.

Sabado, 05 de julio de 2025 a las 21:51
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La última sesión de la Legislatura no fue una más de las escasas que hubo este año en Río Negro. Fue una postal clara del "modo campaña activado" que atraviesa a todos las fuerzas políticas. Para captar espacio, los carteles reemplazaron a los discursos. Y así el kirchnerismo pidió libertad para Cristina Fernández y el ARi, enarbolando las banderas del antikirchnerismo exigió que devuelvan “lo que se robaron”. Una puesta en escena que, lejos de buscar consensos, marcó el tono de lo que viene: confrontación, pases de factura y desesperación por no perder lugar en la grilla. Y en el medio desde el oficialismo provincial intentan poder pelear en un escenario polarizado con el provincialismo como estandarte.

Pero la pelea simbólica en el recinto es apenas la punta del iceberg. Debajo de la superficie se mueven alianzas, traiciones y candidaturas. El caso más notorio es el de Juan Martín, referente del PRO, que directamente se ausentó de la preparatoria previa a la sesión. ¿El motivo? Estaba en Casa Rosada, donde intentó activar todos sus contactos para cerrar un acuerdo con La Libertad Avanza de Lorena Villaverde. Sabe que su porción de votos dentro del espacio de derecha está en riesgo si Aníbal Tortoriello sella el pacto para ingresar al partido del presidente Javier Milei. Y lo peor: Tortoriello ya dio señales de que cede el primer lugar en el Senado a cambio de estar en la boleta.

Afuera, buscando su lugar dentro de los exsocios libertarios, está Ariel Rivero. El exintendente de Campo Grande, ex ichetista y ex Vicegobernador, fue el primero en subirse a la ola de Milei en 2023, pero hoy lo dejaron afuera del reparto. Aunque mantiene diálogo com Lule Menem, Rivero se cansó de esperar y lanzó su propia candidatura con Primero Río Negro, esperando juntar los votos que le niegan los acuerdos de cúpula.

"Voy a ser candidato a senador por #PrimeroRíoNegro", confirmó Ariel Rivero en Instagram.

Del otro lado del mostrador, el PJ rionegrino también juega. Bajo la bandera de una “unidad” entre Martín Doñate y los Soria, se presentó una lista común para la interna partidaria de este mes. Pero la verdad es que varios quedaron afuera y ya hacen ruido: Osvaldo Nemirovsci, Pablo Barreno y hasta la senadora Silvina García Larraburu, que va por afuera con el Frente Renovador. Un peronismo sin PASO pero con pases de factura.

Mientras tanto, Weretilneck juega su propio partido. Más silencioso y difícil,. Con la consultora Move Group y el asesor Derek Hampton como cerebro de la estrategia, trabaja en la construcción del "provincialismo". En la misma línea que transita "La Neuquinidad" de Rolando Figueroa y que pretenden incluir a Ignacio Torres de Chubut. Y juntos empujan un mensaje que pone nervioso a Milei: la Patagonia debe plantarse unida frente al centralismo porteño. Aunque ellos mismos evitaron pronunciar el nombre y apellido del presidente durante el encuentro para firmar la obra del gasoducto patagónico con fondos propios. Saben que el presidente no baja en las encuestas y apuntar hacia él puede ser contraproducente.

"El 98% del gas, el 97% del petróleo y el 70% de la energía eólica salen de la Patagonia", remarcó el gobernador. Y fue más lejos: "La Nación, en sí mismo, es la nada". Sin decir "Milei", dijo todo. En paralelo, los gobernadores buscarán en el Congreso los recursos que Nación les reduce mes a mes en transferencias, pretenden que el impuesto al combustible se coparticipe y deje de ser una de las cajas que tiene disponible Milei para las transferencias discrecionales a las provincias aliadas.

La vieja disputa entre unitarios y federales volvió con otro nombre. Ahora es Patagonia vs. Casa Rosada. Y esa tensión territorial, política y fiscal será el hilo conductor de una campaña que ya no disimula nada. De cara a octubre, el clivaje no será ideológico, sino geográfico: el sur reclama lo suyo.

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