Hidroponía bajo cero

Verduras frescas en la Antártida

El desafío de tener vegetales de hoja verde en uno de los climas más extremos del planeta está al alcance de la mano.
lunes, 6 de junio de 2022 · 09:02

Imaginemos por un momento vivir en la Antártida, ¿que no darían por una ensaladita hecha con verduras recién cosechadas? Quizá, solo quizá, el deseo pueda ser realidad gracias a un proyecto puesto en marcha por técnicos de la Fuerza Aérea Argentina (Cocoantar) y del Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA) que busca abastecer de vegetales hidropónicos y frescos a la dotación de la base conjunta.

Los especialistas pusieron en marcha cultivos de dos variedades de lechuga, rúcula y perejil en el Módulo Antártico de Producción Hidropónica (MAPHI) instalado en la Base Antártica Conjunta Marambio, y el plan es abastecer de vegetales frescos entre los meses de abril y noviembre.

"El proyecto está organizado en tres pilares fundamentales, un módulo de producción MAPHI M5 H instalado en la base Marambio, un panel de control y monitoreo que mediante telemetría informa las condiciones de producción y el estado del sistema, y un programa de capacitación para los operarios del Cocoantar encargados de producir", dijo Araujo Prado,  investigador del INTA y de la Universidad Nacional de la Patagonia Austral (UNPA).

 

El proyecto es dirigido por el investigador del INTA y de la Universidad Nacional de la Patagonia Austral (UNPA), Jorge Birgi, con el vicecomodoro Federico Vassallo por parte del Comando Conjunto Antártico (Cocoantar) junto al suboficial auxiliar Cesar Ismael Araujo Prado, encargado de la división Prevención de Accidentes, Seguridad e Higiene y Ambiental del Cocoantar.

 

Con estos tres pilares, el proyecto, que comenzó a producir las primeras verduras frescas a mediados de mayo a partir de una prueba iniciada para evaluar el funcionamiento y calibrar los sistemas, se espera que a fines de junio se encuentre plenamente operativo.

La hidroponia -técnica de producción en la que se cultiva sin suelo, en un medio líquido a través del cual se entregan los elementos nutritivos a las plantas- se caracteriza por el uso del agua, alta compatibilidad con el automatismo del proceso productivo y la optimización de uso de espacios pequeños, pudiéndose implementar la producción de los cultivos en lugares con suelos de mala calidad, baja disponibilidad de agua, o con condiciones climáticas adversas para la producción como las que presenta el ambiente antártico.

"El módulo se encuentra instalado en un clima polar antártico, con un fotoperiodo extremo y temperaturas máximas medias que en julio pueden llegar a los -11°C y descender hasta los -20°C; para superar estas limitantes el módulo cuenta con la posibilidad de controlar la intensidad de luz y la cantidad (horas totales) entregada a las plantas", indicó Birgi en diálogo con medios nacionales.

 

"Estamos produciendo las primeras plantas hortícolas de la Antártida Argentina".

 

Desde la Base Marambio, Jorge Birgi, investigador del INTA Santa Cruz, quien se encuentra junto con su colega Boris Díaz en el módulo hidropónico a cargo del desarrollo de las plantas, destacó que "el trabajo es muy intenso y lo vivimos con mucho entusiasmo porque estamos produciendo las primeras plantas hortícolas de la Antártida Argentina".

De acuerdo con Birgi, están en plena finalización de la última de tres etapas: "Hicimos las pruebas hidráulicas del sistema de producción, instalamos el sistema de telemetría y calibramos los sensores para el seguimiento de los cultivos", detalló, y explicó que "con la primera siembra se están probando los sustratos, las semillas y la respuesta de las plantas a la solución nutritiva".

 

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