Cansada de recibir comentarios fuera de lugar, la judoca Paula Pareto escribió en su Instagram personal una carta de descarga sobre los dichos que la gente le deja desde el otro lado del celular. Esta práctica tiene el nombre de body shaming.
“Por comentarios como estos escondí mi cuerpo toda mi infancia y adolescencia”, comenzó su carta "La Peque". Y agregó que "pero seguí mi proceso, por que sabía que el físico era solo la decantación de un trabajo diario que tenía un objetivo”, continuó.
“Ese objetivo se cumplió y no solo me hizo feliz a mi, sino también a todo mi gran equipo de trabajo”. Y lo logró, transformado en medalla de oro en Río 2016 en el marco de los Juegos Olímpicos que se llevaron a cabo hace 8 años en Brasil, solo para citar algunas de sus hazañas en el judo, cambió por completo el paradigma del deporte femenino en el país.
Respetada por propios y ajenos, la doctora Pareto -vale recordar que Paula es médica- es ejemplo adentro y afuera del tatami. Una de las mejores deportistas argentinas de todos los tiempos, sigue sintiendo inseguridades con su cuerpo, por culpa de la palabra ajena.
El body shaming es la práctica de avergonzar o burlarse de alguien por su apariencia física. Puede ocurrir de manera presencial o a través de las redes sociales, y puede incluir comentarios sobre el peso, la dieta, la forma del cuerpo o la cantidad de comida que se consume.
El body shaming puede tener consecuencias negativas en la autoestima y la imagen corporal de la persona que lo sufre, y puede llevar a problemas de salud mental como ansiedad, depresión o trastornos alimenticios.
Contra ello, la deportista salió al cruce exponiendo su malestar y mala predisposición al respecto.