La Fórmula 1 se prepara para una novedad que podría marcar un hito para el automovilismo argentino. Cadillac, la marca de General Motors, confirmó su ingreso a la máxima categoría en 2026, lo que implica la expansión de la parrilla a once equipos y la apertura de dos nuevos asientos para pilotos en la próxima temporada.
Este movimiento fue aprobado por la Federación Internacional del Automóvil (FIA), que designó a General Motors como proveedor oficial de motores, un cambio estratégico que modifica el panorama competitivo de la Fórmula 1. GM planea desarrollar sus propios motores para 2029, lo que permitirá controlar completamente el diseño y rendimiento de sus unidades de potencia.
Mohammed Ben Sulayem, presidente de la FIA, resaltó la importancia de esta incorporación: “La entrada de GM introduce nuevas posibilidades tecnológicas en la categoría” y subrayó el enfoque en la eficiencia y el rendimiento que tendrá la marca norteamericana en sus motores.
Mientras tanto, Cadillac ya comenzó a definir su alineación para 2026. Entre los candidatos a ocupar los asientos disponibles se encuentran Valtteri Bottas y Mick Schumacher, dos pilotos con experiencia en la Fórmula 1. Graeme Lowdon, director deportivo del equipo, afirmó que “Bottas se perfila como un candidato atractivo por su talento y experiencia”, mientras que Schumacher, aunque más joven, mantiene una trayectoria activa en el automovilismo.
Además de estos nombres, Cadillac analiza la posibilidad de promover pilotos de sus divisiones en otras competencias. En este contexto, Nicolás Varrone, piloto argentino que actualmente compite en el Campeonato Mundial de Endurance con Cadillac, surge como una alternativa interesante para el futuro.
La mención de Varrone genera gran expectativa en el automovilismo nacional, ya que su incorporación a la Fórmula 1 sumaría un segundo argentino a la parrilla junto a Franco Colapinto. Aunque desde Cadillac aclararon que la proyección de Varrone apunta más allá del corto plazo, su rendimiento sólido y la vinculación con la marca lo posicionan como un candidato válido dentro del plan de desarrollo de talentos del equipo.
Este escenario podría convertirse en un momento histórico para el deporte motor argentino, con la posibilidad de ver a dos pilotos nacionales compitiendo en la máxima categoría del automovilismo mundial a partir de 2026.