Ricardo Caruso Lombardi volvió a encender la polémica. Esta vez, su enojo apuntó directo al arbitraje del fútbol argentino y, en particular, a lo ocurrido en la final del Torneo Regional entre Alianza de Cutral Co e Independiente de Neuquén, donde el Rojo se consagró campeón en una definición por penales marcada por los errores.
El partido se jugó en el Estadio de Centenario de Neuquén y terminó con triunfo de Independiente desde los doce pasos. Sin embargo, la viralización de varios videos filmados por los hinchas dejó al descubierto múltiples irregularidades: en al menos tres ejecuciones del conjunto neuquino se ve claramente a los jugadores adelantarse antes del remate, sin que el árbitro repitiera la acción.
Ante este escenario, Caruso no se guardó nada: “Lo que pasó en Cutral Co fue vergonzoso. Se adelantaron en los penales y el árbitro no hizo nada. A Alianza le robaron el partido y el campeonato", disparó en declaraciones a la prensa.
Pero su crítica no terminó ahí. También apuntó a la AFA y a la designación de los árbitros: “Si van a mandar a Rapallini y a Vigliano a dar clases, que les enseñen a cobrar bien un penal. No a mirar para otro lado. Tenemos árbitros como Brizuela, Sosa y varios más que hacen desastres cada fin de semana y siguen dirigiendo como si nada”.
Además, dejó una sospecha más fuerte: “Esto ya parece armado. Un equipo del jefe, uno del Norte y otro del Sur van a tener ayudín hasta la segunda rueda del torneo. Así es imposible competir. Y vos, Rapallini, ponete las pilas. Sé que querés hacer las cosas bien, pero si no parás a los que hacen cualquiera, esto se va a pique”.
Caruso también pidió sanciones concretas para los jueces de la final: “Hay que ponerlos en la gatera y darles salida. Si no hay consecuencias, se pierde la credibilidad y los que se rompen el alma por ascender quedan a la deriva”.
Por ahora, ni la AFA ni la Comisión de Árbitros emitieron un comunicado oficial. En tanto, Independiente celebra el título, mientras que en Alianza esperan una revisión del informe arbitral. Y Caruso, fiel a su estilo, vuelve a ser el portavoz de los clubes que sienten que, más allá de lo deportivo, el resultado ya estaba decidido desde antes del pitazo inicial.