La elección de hoy tiene la misma importancia que cualquier interna donde se elige el candidato a gobernador, porque el que gane tiene allanado el camino a la gobernación. Ha sido así desde el retorno a la vida democrática en 1983. Pero a diferencia de otras elecciones en esta se juega una instancia que tiene la singularidad de poner en juego dos visiones de provincia y dos formas distintas de manejar el Estado. Además de la cuestión generacional que plantean los azules y la bisagra de la que hablan los seguidores del ex gobernador Sobisch.
"El futuro ya no es lo que era” se titula un libro que escribieron Felipe González y Juan Luis Cebrián allí el veterano político y el ex director del diario El País de España discurren sobre la posmodernidad y el atraso de la política para encabezar los cambios que produce la nueva economía basada en la tecnología y en las comunicaciones. Hablan desde el lugar que les cupo en la transición española que tanto inspiró a las democracias latinoamericanas en la década del 80. Cuando analizamos aquí y ahora lo que sucede en esta elección interna en más de una ocasión se me cruzó el título del libro aquel "El futuro ya no es lo que era” y parece hecho para esta ocasión. Ya está aquí entre nosotros el futuro, aquí está Vaca Muerta; está en camino Chihuidos y Neuquén vive su segunda fundación. Es como si se estuviera enterrando la Neuquén del petróleo convencional y estuviera naciendo la otra provincia, la Neuquén del fracking. Quién no fantaseo alguna vez con vivir dos vidas en una vida. Pues aquí está la posibilidad de hacerlo y si bien resulta arbitrario poner fechas determinantes cuando se habla de procesos históricos este 30 de noviembre marca un cambio de época y de aquí en más ya nada será como entonces.
M.E.G.