En esta instancia las PASO servirán para poner en valor a cada una de las fuerzas y sus pretensiones a la vez que servirá para orientar a los electores más desconcertados por la política argentina qué en su abandono del sistema de partidos y en tránsito hacia no se sabe dónde olvidó su rol de construcción de ciudadanía.
En Neuquén las primarias no tendrán el protagonismo del partido de gobierno, el MPN mantendrá su tradición de neutralidad aunque se sabe que el gobernador Jorge Sapag mantiene una relación de simpatía con su colega bonaerense Daniel Scioli. La preferencia de Sapag por Scioli no se traducirá en un apoyo partidario explicito pero sí es probable que el aparato de poder contribuya a ese sector. No será la primera vez que Sapag eluda la formalidad partidaria y recurra al sector azul para explicitar sus preferencias. Mientras que en el PRO neuquino se trabaja a diario en apoyo de la candidatura de Mauricio Macri y el Frente para la Victoria cuenta con uno de sus principales dirigentes nacionales en la organización de la campaña local. Todos mantienen un ojo en las elecciones municipales del 4 de octubre que será la elección que concite la mayor atención antes de las presidenciales del mismo mes. A dos semanas de la fecha de las primarias la publicidad política lo invade todo en los medios pero no mueve el amperímetro de los ciudadanos.
M.E.G.