En una nueva marcha de los jubilados, hay tensión entre manifestantes y la policía, que aplica el protocolo antipiquete. La policía vuelve a aplicar el protocolo antipiquetes en las inmediaciones del Congreso. Como todos los miércoles, un grupo de personas se concentró en el anexo de la Cámara de Diputados para movilizar alrededor del palacio legislativo.
La concentración se hizo sobre Avenida Rivadavia, donde las fuerzas federales colocaron un vallado para mantener a las personas en la vereda.
En el lugar se encuentra la Policía Federal, la Gendarmería y la Infantería, quienes realizan un fuerte operativo para contener al grupo de manifestantes y evitar que caminen sobre la calle para no cortar el tránsito. Mientras intentan hacer la ronda de los miércoles, se produjeron forcejeos entre los oficiales y los manifestantes.
Como todas las semanas, los manifestantes se agruparon pasadas las 15, en la esquina de Rivadavia y Callao. Luego, la columna se trasladó hacia el anexo de la Cámara de Diputados donde, como lo hacen habitualmente, realizaron un acto para luego marchar y bordear todo el perímetro del palacio legislativo.
Al igual que la semana anterior, organizaciones sindicales y de izquierda se fueron sumando a la manifestación. Además, está presente el líder del Polo Obrero, Eduardo Belliboni, entre otras figuras de la política.
En la marcha del miércoles pasado, en medio de un fuerte operativo policial, los manifestantes intentaron cortar la avenida Entre Ríos y la policía usó gas pimienta para dispersarlos.
Jubilados indignados por el fuerte operativo
Los jubilados criticaron el accionar de las fuerzas de seguridad, recordando que en movilizaciones anteriores fueron reprimidos y denunciaron haber sufrido agresiones físicas y el uso de gases lacrimógenos. "La semana pasada me gasearon muy mal, pero no me van a vencer. Aunque esté en silla de ruedas o con muletas, voy a seguir viniendo porque tenemos memoria y no vamos a dejar que nos callen", afirmó otro de los presentes.
Pese a la tensión, los manifestantes aseguraron que continuarán movilizándose para reclamar un aumento en sus haberes y el acceso garantizado a los medicamentos esenciales, especialmente aquellos destinados a pacientes oncológicos.