Un tribunal condenó este miércoles a once años de prisión a Maximiliano Ezequiel Mérgola, por haber asesinado a Ernesto Daniel Rodríguez en julio del año pasado en Neuquén. En su alegato final la fiscalía había requerido 14 años de prisión. Culminó entonces el caso testigo que obligó a sancionar una ley para prorrogar excepcionalmente por 9 meses las prisiones preventivas, por no haberse realizado el juicio en tiempo por la pandemia de coronavirus.
Los jueces Estefanía Sauli, Mauricio Zabala y Fernando Zvilling resolvieron por unanimidad imponerle 11 años de cárcel a Mérgola, por la figura de homicidio simple y tentativa de robo.
La fiscal de Homicidios María Eugenia Titanti argumentó, en su pedido de condena, lo que consideró “agravantes”: “la naturaleza de la acción; que la violencia desplegada excede la violencia propia de un homicidio; la reiteración en el ataque; los elementos utilizados para cometer el hecho (un fragmento de concreto de 13 kilos de peso); la falta de motivación; el desprecio por la vida humana y el daño causado”. Mientras que como atenuantes, Titanti sólo manifestó la corta edad del imputado y que no posee antecedentes condenatorios computables.
Crimen sin motivo
El homicidio ocurrió en la madrugada del 9 de julio de 2019 en la esquina de Montevideo y Santa Cruz de Neuquén.
Cerca de las seis de la mañana, en un muy avanzado estado de ebriedad, Rodríguez salió de su casa –ubicada a pocos metros- y se encontró con Mérgola, con quien no tenía ningún tipo de relación.
Sin motivo aparente -ya que nunca se pudo establecer- Mérgola tomó un trozo de concreto del cordón de la vereda y le destrozó el cráneo con reiterados golpes.
Tras haber dejado a Rodríguez tirado en la vereda, Mérgola se fue caminando y a dos cuadras fue detenido cuando intentaba entrar a robar en un mercado.
El cadáver de Rodríguez fue encontrado a las nueve de la mañana. Ya por entonces Mérgola había dicho a su padre y a un amigo –quienes estaban detenidos en la comisaría segunda por ebriedad y disturbios en la vía pública- que había peleado y que le había “roto la cabeza a un tipo”.
En el juicio Mérgola intentó la coartada perfecta: dijo que estaba sumamente “alcoholizado y empastillado” y que no recordaba nada. Pero las pruebas forenses no le detectaron ni alcohol ni drogas en la sangre.
La ley Gerez
El caso Mérgola se debatió a nivel nacional y tuvo opiniones de las más variadas, a partir de que el fiscal general José Gerez presentó en la Legislatura un proyecto para que se extienda la prisión preventiva a personas que llevan un año –plazo fatal- en prisión y sin sentencia.
Mérgola fue detenido el 9 de julio de 2019 y para la misma fecha de este año no había sido juzgado y se había cumplido el plazo legal de un año de prisión sin juicio.
Finalmente la Legislatura, por mayoría, sancionó la ley 3234 que prorroga excepcionalmente por 9 meses las prisiones preventivas a personas detenidas sin juicio por imperio de la pandemia de coronavirus.