Debido a un alerta meteorológico que rige para la zona atlántica de Río Negro, con probabilidad de fuertes lluvias, se postergó hasta mañana la reconstrucción de los hechos que provocaron la muerte de Gabriel Mandagaray.
El oficial murió el 16 de abril, tras ser obligado por sus superiores a meterse al agua, sin saber nadar, luego de una extensa caminata entre las dunas, con el uniforme y los borceguíes puestos, y con un pesado tronco en sus hombros.
Estaba previsto iniciar la sucesión de los hechos que terminó con la muerte de Mandagaray en el Parador El Refugio Perdido. Desde este lugar los agentes del COER caminaron 40 kilómetros hasta llegar a la playa de Bahía Creek. También se pensó en hacer la recreación en la playa, con los ejercicios físicos a los que fueron sometidos los oficiales el 15 de abril. Incluso un testigo se metería al agua con un tronco cargando, tal como lo hizo Mandagaray. De esta manera se podrá establecer que cosas omitieron los instructores Alejandro Gattoni, Alfredo Nahuelcheo, Marcelo Contreras y Maximiliano Vitali Méndez.
De la reconstrucción, que fue reprogramada para mañana, iban a participar los familiares de Mandagaray. El padre es el comisario General Antonio Mandagaray, Jefe de Regional I de Viedma, en tanto que la madre es Adriana Fabi, comisaria Mayor a cargo de la Regional de Los Menucos.
Entre los testigos, estaba previsto que participen Fabián Erice (Roca) y Emanuel Quiriban (Choele Choel), quienes sufrieron hipotermia y estuvieron al borde de la muerte. Además de Roberto Fonseca (Roca), Germán Morales (Roca), Leandro Salinas Camacho (Allen), Julián Rodríguez (Viedma), Marcos Riquelme (Viedma), Delvis Fuentes Freez (Choele Choel), Julián Busnadiego (Cipolletti) y César Acosta (Roca).