Un entramado de firmas falsas y facturas truchas fue descubierto por la AFIP. La maniobra fraudulenta consistía en exportar cebollas producidas en distintas zonas de Río Negro a Brasil a precios irrisorios, que rondaría el 20% del valor real de la mercadería.
El organismo nacional realizó inspecciones en distintos puntos de la provincia donde abunda la producción de cebollas. En los allanamientos se detectaron distintas irregularidades en los galpones de acopio y en los domicilios de los gestores, desde donde se generaba la documentación para la exportación, y facturas de supuestos clientes, a los que se los sindicaba como productores que vendían las cebollas para ser exportada.
La maniobra consistía en una verdadera ingeniería financiera, que incluía firmas falsas con las que se simulaba el arrendamiento de tierras en la zona de General Conesa y Belisle, campos en los que supuestamente se producían cebollas, que luego eran exportadas a Brasil a través de Puerto Iguazú.
Las alertas de AFIP se encendieron cuando se detectó que la exportadora carecía de capacidad económica para producir la cantidad de mercadería que pretendía exportar. Tampoco estaban en condiciones de adquirir legalmente en los volúmenes en los que era comercializada al exterior, que en rigor habrían sido compradas a productores no registrados.
La principal productora involucrada, emitió comprobantes fraudulentos por miles de toneladas de cebolla y a valores irrisorios equivalentes al 20% de su precio real, en un intento de justificar sus operaciones. “Entre las severas irregularidades detectadas se encuentran la falta de declaración de personal alguno a la actividad, el cual era supuestamente tercerizado, pero las facturas por la provisión de esos servicios fueron emitidas desde el mismo punto en que se facturaron las exportaciones", confirmó el comunicado emitido por AFIP.
También, "los supuestos contratos de arrendamiento carecían de fecha cierta y eran celebrados con sociedades inexistentes y firmados por apoderados aparentes" se explicó a la prensa.
Ante las maniobras fraudulentas detectadas por AFIP, se le dio intervención al juzgado federal de Viedma, que ordenó allanamientos en cinco domicilios en Conesa y dos en Puerto Iguazú, desde donde se enviaba la mercadería a Brasil. Con la asistencia de Gendarmería y Prefectura, lograron secuestrar documentación, equipos informáticos y dinero en efectivo.
También en Río Colorado, se realizaron dos operativos en plantas de empaque de cebollas en las que se incautaron 103 toneladas acopiadas en galpones, por no contar con la documentación que avalara su procedencia. Esta mercadería secuestrada tiene un valor de mercado superior a los 3 millones de pesos, pretendía ser comercializada a través de operadores.