El agente inmobiliario Ramiro Fabián Fernández fue condenado por cometer estafas en la venta de terrenos por un valor aproximado de 1 millón de dólares, a través de la sucursal en Villa La Angostura de una inmobiliaria con sede en Buenos Aires.
Durante la audiencia realizada este miércoles, el fiscal del caso Adrián De Lillo y el asistente letrado Federico Gayós presentaron ante el juez el acuerdo al que llegaron junto a la defensa del acusado y los abogados querellantes en representación de las víctimas. El mismo prevé la declaración de responsabilidad por el delito de estafa (36 hechos de estafas, 34 inmobiliaria y 2 financieras) y el delito de desbaratamiento de derechos acordados (3 hechos), todos en carácter de autor y en concurso real.
Por su parte el acusado reconoció ser el autor de los hechos, y aceptó su responsabilidad penal. Aún resta definir la pena que deberá cumplir y que no fue acordada. En una próxima audiencia se definirá la pena que le corresponderá cumplir.
Al describir las distintas estafas inmobiliarias, el asistente letrado Federico Gayós indicó que las mismas fueron cometidas bajo tres modalidades comisivas, entre agosto de 2017 y diciembre de 2023.
Por otra parte, De Lillo explicó que el pasado 20 de febrero venció la prohibición que tenía el acusado de salir del país. En ese sentido fue que solicitó su prórroga hasta el 19 de junio de este año, medida que vencerá junto a los comparendos semanales que se encuentra cumpliendo. El magistrado también hizo lugar a este pedido, y Fernández no podrá salir al exterior, y seguirá presentándose en una comisaria a los fines de cautelar el proceso.
Cómo fueron las estafas
Al describir las distintas estafas inmobiliarias, Gayós indicó que las mismas fueron cometidas bajo tres modalidades comisivas, entre agosto de 2017 y diciembre de 2023.
La primera fue en el ofrecimiento para la venta de unidades funcionales de un loteo, para luego al momento de suscribir los respectivos boletos de compraventa, colocar nomenclaturas catastrales correspondientes a otros lotes que ya habían sido vendidos, llegando a revender un mismo lote en más de oportunidad.
La segunda modalidad adoptada consistió en plasmar en un boleto de compraventa nomenclaturas catastrales de una unidad funcional inexistente dentro del mismo loteo. La tercera fue vender unidades funcionales respecto de las cuales el acusado no era propietario, ni tenía poder conferido a su favor que le permitiese llevar a cabo las operaciones de venta concretadas.
El monto de la estafa fue aproximadamente de 1 millón de dólares.
La formulación de cargos
El 8 de marzo de 2024 se le formularon cargos por 45 hechos de estafas en concurso real y en calidad de autor, de los cuales 43 habían sido cometidos bajo la modalidad de estafas inmobiliaria, mientras que las dos restantes fueron bajo la modalidad de estafa financiera, por un monto aproximado de 1,2 millones de dólares.
A pedido de la fiscalía el caso fue declarado complejo, y se fijó un plazo de investigación de 6 meses, término que fue prorrogado en tres oportunidades.
Durante el desarrollo de la investigación, el número de hechos fue modificándose y el 20 de diciembre de 2024 se reformuló la acusación, atribuyéndole en total 49 hechos de estafas (47 inmobiliarias y 2 financieras) y un hecho de desbaratamiento de derechos acordados.
El Ministerio Público Fiscal aseguró que las evidencias recolectadas, entre las que figuran distintos boletos de compraventa y también escrituras, “llevaron al Ministerio Público Fiscal a la necesidad de reformular los cargos en relación a la venta de algunas unidades funcionales"
Por último, el 3 de febrero pasado y tras procesar toda la información recolectada, hubo una nueva reformulación de cargos en la que se le atribuyeron un total 39 hechos, por los que finalmente aceptó su responsabilidad y fue condenado.