Todo comenzó cuando el bebe de un matrimonio fue sacudido buscamente por su propio padre. A raíz de eso, el niño se sintió mal y fue trasladado a un hospital, donde se sometió a diversos estudios. Allí se constató que el pequeño no tenía leche en sus pulmones, tal como había afirmado el padre de la criatura a su esposa. Al cabo de unos 4 o 5 meses, se pudo comprobar que el bebe falleció como consecuencia del síndrome de Babyshake (niño sacudido) que le había originado hematomas en la cabeza.
En diálogo con La Primera Mañana en AM550, el juez Daniel Varessio brindó precisiones de este caso y comentó: "Dos días antes de iniciar el juicio, la Fiscalía hizo un pedido de juicio abreviado, pero las partes intervinientes llegaron a un acuerdo. Por ende, solicito que se presente el caso, califiquen el hecho y manifestaron que fue un homicidio preterintencional. Esto impidió arribar a un acuerdo entre las partes ya que esta figura jurídica tiene una condena mínima de 10 años".
En ese sentido y siguiendo las declaraciones del juez, la madre del bebe no quería que se llegue a un juicio por una razón emocional.
Sin embargo Varessio agregó que no se podía establecer un acuerdo de esa envergadura y que esté por encima de la ley. "Nosotros tenemos la obligación de que cuando el acuerdo no cumple con los requisitos legales y carece de fundamentación, podemos acudir a juicio", dijo.
El acuerdo de partes consensuaba una pena de 5 años, cuando originalmente la fiscalía y la querella habían acusado por una figura que contemplaba hasta 25 años de prisión.