Lechugas fabulosas ¡crecen en el agua! en Chos Malal

El paisaje del Norte Neuquino que asoma ya desde Chos Malal, tiene una particularidad en el invernadero de Gustavo Tapia: unas 1800 plantas rozagantes de lechuga no crecen en la tierra sino en un sistema de cañerías, por donde el agua va y viene de dos tanques. La vitalidad de las plantas, el olor y sabor de las verduras, la sanidad de la producción, son algunas de las características del sistema de hidroponia que comentó Tapia, en diálogo en el programa “Viaje al puerto de la noche”, por AM 550 y 24/7 Noticias.

El productor chosmalense comenzó con la actividad hortícola hace cuatro años, en un invernadero en el patio de su casa y con el sistema tradicional de producción en tierra. “Un día escuché la palabra hidroponia” y a partir de allí inició su búsqueda de información y capacitación. Rápidamente trazó los primeros recorridos de caños por donde circula el agua con los nutrientes que requieren las plantas que crecen allí.

“Es un sistema sustentable, entre otras cosas porque ahorra el 90 por ciento del agua” ya que recircula el líquido por esos “canales productivos” con las sales minerales que requiere cada planta y que son los mismos nutrientes que extrae en la forma tradicional en tierra. El sistema ideado por Tapia en Chos Malal es lo que se denomina “cerrado”, ya que a partir de la incorporación de agua en dos tanques, el sistema de distribución de cañerías hace que recircule y que las plantas extraigan los nutrientes que necesitan y el resto continúe en circulación.

Actualmente, Tapia tiene en producción total unas 1800 plantas de lechuga “y este sistema te permite que en un metro cuadrado puedas producir unas 32 plantas, cuando en tierra no te permite más de una docena”.

Además de informar que en esta estructura hidropónica “los insectos que hacen su ciclo completo en la tierra acá no existen, aunque sí hay que tener en cuenta a quienes son voladores” y para ello se vale de “las formas antiguas y caseras” a partir de compuestos y plantas que repelen a esas plagas.

“Hay que tener en cuenta que estas verduras las consume y la gente, por lo tanto no se aplican ningún tipo de pesticidas o químicos, sólo infusiones tradicionales, pero además al estar tan fuerte la planta, tan bien nutrida”, es difícil que las ataquen las plagas.

En toda la Patagonia se están llevando a cabo experiencias muy interesantes de producción en hidroponía, especialmente por la calidad que se obtiene, por el ahorro de agua y por el resguardo de  las diferencias de temperatura, a través de las estructuras de invernaderos. Organismos nacionales especializados, como el INTA, ofrecen capacitaciones y también el intercambio de información con otros productores del país y el exterior en cuanto al sistema hidropónico.