NEUQUÉN
Varios motivos para festejar el fin de la pesadilla Indalo
A partir de la adjudicación del nuevo sistema de transporte público, los días de la ex Indalo están - literalmente - contados.Incumplimiento de las frecuencias, colectivos sin frenos que provocaron accidentes en pleno centro, ruedas en extremo lisas que se reventaron en medio de los recorridos, ausencia de limpiaparabrisas, paros, esperas eternas y demás adversidades, no hicieron más que confirmar aquello que no sólo los vecinos, sino también el propio gobierno municipal afirmaban: el servicio de colectivos que brinda la ex Indalo es caro y malo, a lo que debería sumarse que también es peligroso, tanto para los usuarios como para el tránsito en general.
Pero, los días de la ex Indalo están literalmente contados en Neuquén, a partir de la adjudicación del nuevo sistema de transporte público de pasajeros que, hace apenas unos pocos días, el gobierno municipal del intendente Mariano Gaido rubricó a las empresas Expreso Tigre Iguazú SA y Koko SRL, ganadoras de la correspondiente licitación pública. Si, como se asegura (y se espera), mejora el servicio, el jefe comunal se anotará un poroto rumbo al calendario electoral 2023, en el que buscará su reelección apoyado en cuestiones como las obras (entre ellas las de los paseos costeros) y los desarrollos de nuevos planes de viviendas, entre otras acciones de gestión.
Fue en septiembre de 2011 cuando, en medio de tensiones y cruces políticos, el entonces intendente Martín Farizano le adjudicó el servicio por 10 años (luego prorrogados) a Indalo que, al año siguiente, (ya en la administración del ex intendente “Horacio” Pechi Quiroga) le vendió la compañía a Autobuses Santa Fe y pasó a llamarse Autobuses Neuquén. Cristóbal López les vendió las acciones a los hermanos Rossi (Alejandro y Agustín) todos con afinidad kirchnerista. Desde entonces se suceden los padecimientos para los pasajeros.
Cabe destacar, además, que pese a lo paupérrimo de su servicio, la ex Indalo cobra todos los meses subsidios multimillonarios de Nación, Provincia y Municipio, destinados a evitar aumentos astronómicos en los precios de los pasajes y a garantizar la continuidad de las prestaciones. Alcanzará con recordar que solamente en mayo último Autobuses Neuquén embolsó la suma de 60.176.417,76 pesos y así cada 30 días.
Hace algunas semanas, Mejor Informado publicó un resumen de la cronología de episodios desdichados que ilustran a las claras sobre las desventuras de esta empresa, a la que de seguro nadie extrañará. La cronología es la siguiente.
*Agosto de 2016: Un colectivo se quedó sin frenos en una zona complicada del bajo neuquino. A raíz de eso tuvo que frenar contra un poste de luz, en la esquina de Mitre y Tierra del Fuego. La pericia del chofer hizo que no hubiera heridos.
*Marzo de 2018: En Sarmiento y Nordestrom de la capital neuquina, dos colectivos de Autobuses Neuquén y uno de Pehuenche protagonizaron un choque en cadena, tras una frenada brusca. Al parecer no todos los frenos respondieron como debían.
*Julio de 2022: El gremio que nuclea a los choferes (UTA) no dejó salir a unidades de la ex Indalo a las que les faltaban limpiaparabrisas, tenían problemas de frenos o las ruedas lisas.
*Diciembre de 2022: Un colectivo bajó sin frenos por la calle Buenos Aires, chocó a varios vehículos y terminó su carrera en la plazoleta de la Vuelta de Obligado, en pleno centro neuquino ¡Una locura!
A eso se sumaron los paros por reclamos gremiales e incluso por quejas de las ex parejas de choferes, que acusaron a la empresa de no transferirles los montos por cuota de alimentaria que debita de los sueldos de sus trabajadores.
¿Son esos los únicos problemas? ¡Claro que no! Hay muchos más. Tal es así que en octubre último, el defensor del Pueblo, Ricardo Riva, se quejó por lo que consideraba los “graves daños ambientales” que se decantan del “proceso de desarme de la base de Indalo”, y dijo que las improvisaciones de esa compañía “ponen en riesgo la calidad de vida de quienes habitan en los barrios linderos”.