Un empleado de Río Negro fue despedido por faltar nueve veces en un mes, pensando que sus jefes habían aprobado sus pedidos con emojis de pulgar arriba. La Justicia provincial también falló en su contra.
Le pidió permiso a sus jefes para ausentarse, quienes respondieron con emojis de pulgar arriba. El empleado creyó que esto significaba aprobación y faltó al trabajo ¡nueve veces en un mes! Fue despedido y el caso llegó al Superior Tribunal de Justicia (STJ) de la provincia.
El máximo tribunal rionegrino determinó que los íconos digitales no expresan "un signo inequívoco que exteriorice una manifestación de voluntad”, indicaron los mismos voceros judiciales. Por lo tanto, permitieron que la empresa despidiera al empleado.
Un empleado incumplidor
El sujeto tenía un historial de 47 sanciones y muchas faltas injustificadas. Después de faltar nueve días en un mes, intentó justificar sus ausencias comunicándose a través de un teléfono corporativo de la empresa, y recibió como respuesta el emoji del pulgar arriba de WhatsApp.
La empresa inició un proceso para despedirlo con causa justificada, pero la Cámara Laboral de Viedma rechazó la demanda, argumentando que la sanción era desproporcionada ya que consideraron que el empleado había recibido aprobación implícita al utilizar el emoji del pulgar arriba.
Sin embargo, el fallo fue sometido a revisión por el STJ, que examinó la comprensión de los signos conocidos como emoticones o emojis. El tribunal máximo señaló que su interpretación es subjetiva y puede cambiar según la cultura, y, sobre todo, depende del contexto en el que se utilicen.
“Por lo tanto, en la medida que su interpretación puede fluctuar según el contexto y la percepción del receptor, estos íconos no constituyen en sí una expresión de manifestación de voluntad con efectos jurídicos vinculantes”, surge de la sentencia.