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Jueves 24 de Abril, Neuquén, Argentina
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Quién es el cura que organizó la cena de Navidad frente a la Catedral de Neuquén

Es vicario pastoral de la Diócesis y en 2009 fue enviado a Andacollo por el ahora Papa Francisco. Este martes, reunió a 200 personas, la mayoría en situación de calle.
Miércoles, 25 de diciembre de 2024 a las 13:10

“Ser cura donde no hay cura” fue desde siempre la consigna que llevó adelante Diego Canale, el sacerdote nacido en la ciudad de Buenos Aires que por pedido del cardenal Jorge Bergoglio (hoy papa Francisco), se trasladó a Andacollo y que este martes organizó la Cena de Navidad frente a la Catedral de Neuquén en la que se convocaron más de 200 comensales, en su mayoría personas en situación de calle, quienes pudieron disfrutar de chivitos del norte de la provincia, ensaladas y helado de postre.

La organización del evento denominado "Una Navidad sin Vanidad" estuvo a cargo de Canale, vicario pastoral de la Diócesis de Neuquén, e integrantes del MTE (Movimiento de Trabajadores Excluidos). La cita fue sobre el boulevard de Avenida Argentina, frente a la Catedral neuquina. 

"Fue todo increíble, salió todo muy bien y superó todas nuestras expectativas. Fue un verdadero fiestón", contó Canale este miércoles a Mejor Informado. Dijo que alrededor de las 17:30 del martes comenzó a llegar la gente y en pocos minutos se reunieron cerca de 50 personas, y unas horas después más de 200 disfrutaron de la cena de Navidad.

Para el religioso, “la Iglesia no es un kiosco donde uno tiene que esperar a que la gente venga. Somos hospitales de campaña -como dice Francisco-”. 

Pero no solo las personas que se acercaron hasta la Catedral disfrutaron de la comida sino también pudieron cortarse el pelo con tres peluqueros solidarios y "pudieron pasar por el ropero solidario para ponerse una ropita linda para festejar la Navidad, y los más chicos disfrutaron del espacio armado para las infancias con juegos", relató el religioso.

No fue, según dice, un joven modelo. Nació en el coqueto Barrio Norte de Buenos Aires. Lo echaron del colegio Los Molinos, de ahí pasó al Guadalupe y finalmente en el San Tarcisio. Antes de los 23 años se propuso brindarse por los demás. Canale empezó a misionar, luego de peregrinar por varias instituciones, al conocer la obra del cura cordobés José Gabriel Brochero, canonizado por Francisco como el primer santo argentino que nació y murió en el país. "Este hombre fue a buscar a los últimos, a los que estaban perdidos, que fue cura donde no había cura . Y todo eso comenzó a tomar cuerpo en mi corazón", dijo. Y se preguntó, ¿por qué no seguir este camino?. Entonces ingresó al Seminario Metropolitano de Buenos Aires, en Villa Devoto, donde conoció a Bergoglio, a quien considera "un hombre excepcional”. Además ambos coinciden en la simpatía por el mismo club, San Lorenzo de Almagro. 

En noviembre de 2009 arribó a Andacollo donde llegaba a caballo a las comunidades más alejadas. Lo compararon con el cura Brochero.

Fue precisamente el cardenal Jorge Bergoglio, por entonces arzobispo de Buenos Aires, quien en noviembre de 2009 preguntó qué cura de Buenos Aires quería ir a Neuquén, más precisamente a Andacollo, donde necesitaban un párroco. Canale, por  entonces diácono en la Basílica de Luján tras un paso por una parroquia del barrio de Floresta en Buenos Aires, aceptó de inmediato la propuesta del ahora papa Francisco.

No conocía Neuquén, ni mucho menos el norte neuquino, pero empezó a conocerlo de a poco y se quedó en la parroquia Nuestra Señora del Rosario que, como le confesó a este periodista, “está apartada de todo, pero cerca de Dios”.

“Encontrar al último. El más pobre, el más abandonado, el más desdichado”, fue su misión durante esos años en Andacollo donde se lo podía ver emprendiendo a caballo, en mula o en una camioneta 4x4 para ir al encuentro con aquellos que necesitaban de su presencia en las zonas más alejadas del norte de la provincia, desafiando las más bajas temperaturas y el calor agobiante del verano. Visitaba enfermos, familias y escuelas y se interiorizaba por la problemática de todas las comunidades, en especial por los niños y adolescentes.

"Fue todo increíble, salió todo muy bien. Fue un verdadero fiestón", dijo Canale sobre la cena de Navidad realizada el martes a la noche frente a la Catedral.

“La Iglesia no es un kiosco donde uno tiene que esperar a que la gente venga. Somos hospitales de campaña -como dice Francisco-. Vos no esperás que te traigan el herido, tenés que ir a buscarlos. Por eso tenemos que salir a buscar a los últimos”, sintetizó sobre su labor religiosa. Cuando lo comparan con el cura Brochero, le suena a piropo, sin embargo, se identifica con el cura gaucho por eso de unificar pueblos.

 

Su labor religiosa en una muestra de fotos en Buenos Aires

La intensa tarea de ayuda y entrega hacia el prójimo que realizó Diego Canale en el norte de la provincia quedó reflejada en una muestra fotográfica que se expuso en el Centro Cultural Borges de la ciudad de Buenos Aires en 2018.

La muestra titulada “Buenas acciones x argentinos”, organizada por la fundación Ninawa Daher, tuvo como objetivo presentar el trabajo de personas comprometidas solidariamente con los demás y así dar a conocer sus obras ejemplificadoras.

Una de las fotos de Alejandro Palacios que se exhibieron en el Centro Cultural Borges de Buenos Aires.

El padre Canale fue uno de los elegidos para ser retratado por la cámara de Alejandro Palacios por su trabajo con 22 comunidades del norte neuquino, acompañando sus necesidades, fortaleciendo sus tradiciones, incentivando su educación y ayudándolas a crecer en la fe cristiana.

Palacios lo retrató en noviembre de 2016,  en ocasión de la Novena de Ceferino, un evento que tiene como consigna el acercamiento y la unión de la fe cristiana con las tradiciones de las diferentes comunidades y en febrero de 2017, cuando el fotógrafo acompañó al religioso en la cabalgata de visita a los crianceros de la veranada.

Sobre el religioso, el destacado fotógrafo sostuvo “Conocí una persona con una energía, unas ganas increíbles de ayudar al otro, y después pude observar que un montón de gente que lo acompaña sentía como él. Por otra parte, me encantó la tradición, el amor por su tierra de esa gente”.

El padre Canale dando misa en algún paraje del norte neuquino. 

 

 

 

 

 

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