Este año, signado por administraciones políticas nuevas o renovadas, y la imposición del tema achique del gasto público en todos los distritos (algunos, obligados, otros, por convicción), ha comenzado convulsionado, y Neuquén no escapa a esa ola, que combinará logros, negociaciones, conflictos, y, tal vez fracasos. Por ahora, el gobierno de Rolando Figueroa ostenta un primer logro, que es la reducción del gasto en cargos políticos dentro del Estado.
Este jueves, el gobierno le puso cifras concretas (proyectadas, lógicamente) a ese ahorro voluntario. Según se afirmó, la reducción de cargos políticos implica bajar el gasto en 32 mil millones de pesos al año, estimado esto en los montos salariales en vigencia este mes. No es una cifra menor si se la compara con otra, la que representa (a cálculo del año pasado) los aportes "discrecionales" del Estado nacional, esos que el presidente Javier Milei asegura que no se harán más, para que cada provincia se las arregle "con la propia" y no con "la ajena".
Efectivamente, como ya se informara, los aportes del Estado nacional durante 2023 a Neuquén sumaron poco más de 32.900 millones de pesos. Es decir, prácticamente lo mismo que ha conseguido ahorrar la provincia con el recorte de su planta política. Se confirma, ahora gracias a las matemáticas, que Neuquén no sufrirá el impacto del presunto ajuste que aplicará el gobierno de Milei.
Lo que resta esperar, ahora, es a cuánto se proyectará la masa salarial no política del Estado neuquino. Ese gasto es lo que está por verse, y dependerá de las negociaciones que el gobierno de Figueroa emprenderá, vía paritarias, con los gremios ATE, ATEN, UPCN y Viales.