Con un 65% de avance en su construcción, la nueva nave del Polo Científico Tecnológico de Neuquén será inaugurada en septiembre, en el marco del aniversario de la ciudad. El proyecto —financiado con fondos municipales— representa no solo una expansión física, sino una apuesta estratégica hacia una nueva matriz productiva basada en el conocimiento, la innovación y la tecnología.
Así lo expresaron el intendente Mariano Gaido y el gobernador Rolando Figueroa, quienes coincidieron en que este nuevo espacio consolida a la ciudad como un epicentro del desarrollo científico en la Patagonia. El edificio, de 2800 metros cuadrados distribuidos en cuatro plantas, estará conectado mediante un puente al espacio ya existente, potenciando el ecosistema de articulación entre el sector público, privado y académico.
"El mundo hoy avanza muchísimo con el tema de la robótica y queremos que Neuquén capital sea un centro de conocimiento donde la economía del conocimiento pueda surgir", explicó Alejandro Nicola, secretario de Infraestructura en La Primera Mañana por AM550.
Un edificio pensado para el conocimiento
El nuevo espacio contempla la incorporación de infraestructura de última generación: pisos técnicos para el tendido de cableado eléctrico y de comunicaciones, sistemas de climatización, cerramiento y pintura en etapa final. Pero más allá de los aspectos constructivos, el objetivo es mucho más ambicioso.
"Necesitamos que en este lugar confluyan empresas, estudiantes y gente que quiera investigar. Como seres humanos evolucionamos a partir del pensamiento, de inventar cosas y generar un espacio donde todos podamos trabajar generando ideas, desarrollar muchas cosas concretadas en cosas especificas para el petróleo, gas, la medicina y distintas áreas", explicó Nicola.
En ese sentido, buscando renovar las esperanzas tecnológicas de la región, "tenemos previsto el desarrollo de un DataCenter y espacios para investigación aplicada en energía, medicina, tecnología y otras áreas estratégicas", detalló.
El Polo funciona como un nodo integrador entre empresas tecnológicas, estudiantes e investigadores, generando un ámbito propicio para el intercambio de ideas, el prototipado de soluciones y el crecimiento de startups locales con impacto global.
De la economía petrolera a la economía del conocimiento
Durante décadas, la economía de Neuquén estuvo estrechamente ligada al modelo extractivista, con el petróleo y el gas —especialmente a partir de Vaca Muerta— como protagonistas. Sin embargo, el avance del Polo Científico y Tecnológico representa un punto de inflexión en la historia productiva de la región.
El propio gobernador Figueroa vinculó esta transformación a una "nueva etapa de Vaca Muerta", donde el desarrollo del GNL (gas natural licuado) y la ciencia aplicada puedan convivir y retroalimentarse. Este enfoque permite que la riqueza del subsuelo financie e impulse el conocimiento sobre la superficie, sentando las bases para una diversificación económica sostenible.
"La idea es que se genere allí un espacio de investigación y desarrollo que se trabaje sobre el conocimiento. Hay varias opciones y en todas se esta trabajando", subrayó Nicola.
Un modelo que apunta al futuro
El Polo Científico Tecnológico de Neuquén no solo busca transformar la matriz productiva, sino también la identidad de la ciudad. Apostar a la ciencia y la tecnología como ejes del crecimiento es posicionarse en el mapa del desarrollo sustentable y del talento joven, con capacidad de retener profesionales y atraer inversión.
En un contexto global donde la inteligencia artificial, la robótica y los datos son los nuevos motores económicos, iniciativas como esta consolidan a Neuquén como un faro regional del desarrollo inteligente, alineado con los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) y con una visión que trasciende los límites del petróleo.