Segundo caso en pocos días: ¿qué pasa en el puente?
Este lunes por la mañana, en un horario de alto tránsito, un auto quedó colgando al borde del puente peatonal que cruza la Ruta 7 a la altura del cruce Cura Bochero, en Neuquén capital. El vehículo, que circulaba en dirección al centro, quedó frenado a centímetros del paso peatonal y no tan lejos de caer al vacío. Un escenario de alto impacto visual que rápidamente se viralizó.
La escena fue tan llamativa como alarmante: vecinos y automovilistas quedaron en shock, y muchos se preguntaban cómo fue posible que no terminara en tragedia. Según se supo, la persona que conducía fue encandilada por el sol y no logró advertir el lomo de burro que, según los vecinos, no esta señalizado, lo que provocó la peligrosa maniobra.
El hecho no dejó personas heridas, pero reaviva una fuerte preocupación: el 9 de junio, hace poco más de una semana, se produjo un accidente casi idéntico en el mismo puente, lo que pone en el centro del debate la falta de señalización, la visibilidad y la seguridad vial en esa zona.
Señalización ausente y sustos evitables
Si bien este nuevo siniestro no dejó consecuencias graves, la reiteración de incidentes en el mismo punto genera inquietud. Desde distintos sectores se vienen señalando deficiencias en la infraestructura y señalética del cruce. La rampa o tarima que se utiliza como acceso al puente no estaría debidamente señalizada, algo que podría haber contribuido al desenlace.
La combinación de falta de cartelería, reflejos solares y circulación intensa parece ser un cóctel que tarde o temprano puede tener consecuencias más graves si no se actúa a tiempo. Vecinos de la zona pidieron intervenciones urgentes para mejorar la seguridad del lugar, tanto para automovilistas como para peatones.
Mientras tanto, las imágenes del auto al borde del puente siguen circulando por redes sociales, como testimonio de una situación que pudo terminar muy mal… otra vez.