El 1 de enero de 2012, la madrugada del Año Nuevo trajo consigo una tragedia que marcó a fuego la historia política de Río Negro. A tan solo 21 días de haber asumido como gobernador de la provincia, Carlos Soria fue asesinado a manos de su esposa, Susana Freydoz, en un hecho que permanece en la memoria colectiva. La mujer, condenada a 18 años de prisión sin ser juzgada con perspectiva de género, debía agotar su pena a fines de 2030, sin embargo, desde 2023 goza de libertad condicional.
La madrugada fatal
La tarde del 31 de diciembre de 2011 estuvo marcada por tensas discusiones matrimoniales, al punto que el comportamiento de Susana Freydoz se tornó cada vez más errático y agresivo. Lo que comenzó con una pelea sobre un llavero con forma de herradura que Carlos Soria había colgado en la casa de la chacra familiar, escaló rápidamente hacia disputas más intensas como un mensaje del Gringo a una amante "a pesar de todo te extraño", mientras los hijos María Emilia, actual intendenta de Roca, y Martín, actual diputado Nacional, trataban de poner fin a la jornada festiva.
A eso de las 3:30 de la mañana, cuando la familia ya comenzaba a despedirse y organizarse, la situación se desbordó. Freydoz, visiblemente alterada, se retiró hacia la habitación matrimonial, y un disparo resonó en la casa. María Emilia corrió hasta la habitación, encontró a su padre recostado en la cama con una hemorragia mortal en el rostro. La bala, que ingresó por el pómulo izquierdo y atravesó su cráneo, lo mató en el acto. La joven forcejeó con su mamá hasta que le pudo arrebatar el revólver calibre 38 Smith Wisson. La alarma de la casa alertó a la custodia, quienes, al llegar, llamaron a la ambulancia, pero nada pudieron hacer para salvarle la vida.
El juicio y la condena
El juicio a Susana Freydoz, que comenzó en 2012, fue uno de los más mediáticos de la historia reciente de Río Negro. La defensa de Freydoz intentó alegar que la mujer estaba bajo los efectos de alcohol y medicamentos, y que su estado mental no la hacía consciente de sus actos. Sin embargo, el Tribunal la condenó a 18 años de prisión por homicidio calificado por el vínculo, agravado por el uso de un arma de fuego, con atenuación.
El juicio no estuvo exento de polémicas. En primer lugar, la familia de Soria intentó evitar la condena a través de testimonios que insinuaban que Freydoz no estaba en sus cabales. Quedó en claro, aunque no por boca de los familiares, que era víctima de violencia de género. El tribunal, no obstante, no consideró esta perspectiva. La pena fue atenuada parcialmente por su edad avanzada y por las circunstancias de la vida en pareja que habían desgastado psicológicamente a Freydoz.
La crisis política posterior
El impacto del crimen fue profundo, no solo por el asesinato en sí, sino por las repercusiones políticas inmediatas. Martín Soria, hijo de la pareja y recién asumido como intendente de Roca, regresó a la chacra familiar e increpó a su mamá al grito de "¡Hija de puta, qué hiciste!". La Policía y la custodia se quedaron fuera del perímetro y las primeras personas en ingresar a la propiedad que no pertenecían al núcleo familiar fueron Julián Goinhex, un oscuro funcionario dispuesto a todo (este año señalado en la compra de fichas truchas para el reconocimiento judicial de La Libertad Avanza), y el psiquiatra y entonces concejal (hasta 2022 diputado Nacional por JSRN) Luis Di Giacomo, quien se ocupó de Freydoz.
Los analisis que le hicieron a mitad de mañana indicaban que tenía una alta concentración de drogas psiquiátricas en sangre, para los peritos fueron consumidas luego del crimen, aunque no se indagó demasiado cómo las tomó y quién se las proporcionó cuando todo era un caos en el interior de la propiedad familiar. Luego al amanecer, llegó ex juez Federal, y entonces diputado Nacional, Oscar Albrieu. También el vicegobernador Alberto Weretilneck, quien al salir pronunció ante los periodistas una polémica frase: "Fue un accidente doméstico con un arma de fuego. Ahora la justicia deberá determinar el modo, las formas de lo sucedido".
Poco después del mediodía, en el despacho de la intendencia de Roca, se hizo una reunión clave para el futuro político provincial. Con la presencia de Martín Soria y del senador Miguel Ángel Pichetto, hombre fuerte del kirchnerismo, un llamado de la presidenta Cristina Fernández resolvió la continuidad del mandato en manos del vice Weretilneck
Condena, prisión y libertad condicional
Los días posteriores al crimen fueron muy intensos para la familia Soria. Por un lado debían mantener su vida política, y por otro ocuparse de su mamá. Al principió la llevaron a la casa de su hermana en Allen, pero luego de un intento de suicidio, la trasladaron al área de Salud Mental del Hospital de Cipolletti, donde también intentó atentar contra su vida. A raíz de esto, la trasladaron a la clínica privada Avril. Años más tarde, llegó a la cárcel de Ezeiza, donde cumplió parte de la pena en el pabellón de pacientes psiquiátricos, y compartió estadía con Pity, el cantante de Intoxicados y Viejas Locas.
Su condena se extiende hasta 2030, pero su buen comportamiento y algunos cursos de capacitación que hizo en el penal, como computación y zapatería, logró una reducción en el cómputo de pena y accedió a salidas transitorias en 2022. Ya en abril de 2023, Freydoz logró la libertad condicional con informes favorables de las profesionales que la evaluaron. Fijó domicilio en Neuquén, en la casa de una sobrina.
El fallo estipula que debe ser monitoreada a través de una tobillera GPS y un tratamiento psicológico privado. Además, Freydoz deberá abstenerse de consumir alcohol o drogas y deberá evitar cualquier tipo de conflicto o infracción que ponga en riesgo su reinserción social.