Las escuelas y los bancos, dos polos de una misma realidad que agobia en Argentina, fueron las instituciones que validaron un desanimado paro de la CGT, que en Neuquén no tuvo adhesión más que en el propio Estado y los apuntados bancos, ya que los petroleros pararon por una razón específica, que fue la supuesta caída de 700 puestos de trabajo en Vaca Muerta. El jueves, pues, pasó sin pena ni gloria: este viernes puede ser más interesante, pues se espera la difusión de los detalles del acuerdo con el FMI, y, con eso, cómo seguirá la política cambiaria, es decir, qué pasará con el dólar.
Desde ese contexto, puede ser un viernes determinante para todos los argentinos, y, en Neuquén, despejar algunas incógnitas, pues el dólar pisa fuerte en una provincia que produce centralmente uno de los commodities más relevantes en el mundo actual, como son los hidrocarburos. Es un tema que no puede soslayarse, y que ya ha sido marcado por el gobierno de Rolando Figueroa, que considera como "atrasada" la cotización de dólar sostenida hasta ahora por el gobierno de Javier Milei.
Así, entre los sectores que cortan la torta para presuntamente distribuir entre todos, hay una razonable y comprensible expectativa sobre lo que se revelará este viernes, tal vez ya entrada la noche, con un seguro impacto en la marcha de los todavía muy precarios mercados argentinos. Según sea la definición que haya sobre la futura política cambiaria, marchará para mejor o para peor el negocio central de Neuquén, la provincia que, con Vaca Muerta, se ha transformado en una de las usinas más importantes productora de dólares para el país.
El gobierno de Figueroa ha insinuado un nuevo énfasis en la austeridad del manejo de los recursos públicos, y se eligió la palabra "prudencia" frente al último gran cimbronazo global, provocado por los aranceles de Donald Trump, que primero fueron aumentados para casi todos, y ahora se han concentrado sobre China, país con el que, este jueves, Argentina renovó un swap de 5 mil millones de dólares.
Hay que tener muy en cuenta que Neuquén, más allá del contexto argentino, está enlazado casi directamente con lo que pasa en el mundo. La mirada acerca del desarrollo neuquino ya no admite localismos folklóricos, y, tal vez, la sociedad lo ha entendido antes que la clase política tradicional, que cargó de expectativas un paro de la CGT condenado de antemano a la indiferencia popular mayoritaria.