SUSTENTABILIDAD

El valor de la basura tecnológica

El desecho de aparatos obsoletos o en desuso sigue en aumento. Pero su reciclaje reduce el impacto ambiental y sirve como modelo de negocio millonario.
martes, 26 de julio de 2022 · 22:19

La preocupación por los desechos tecnológicos crece cada día en todo el mundo. Según el informe The Global E-waste Monitor 2020, elaborado por Naciones Unidas y la Asociación Internacional de Residuos Sólidos (ISWA), los desechos de equipos eléctricos y electrónicos – desde un aparato de aire acondicionado hasta el dispositivo más pequeño– han aumentado en el mundo en más de 9 millones de toneladas desde 2014.

 

En 2021 se produjeron 53 millones de toneladas de residuos electrónicos en todo el planeta y se calcula que para 2030 superarán los 75 millones de toneladas.

 

De acuerdo al informe antes citado de la ONU, Asia es el continente que más basura electrónica genera (29 millones de toneladas), seguida de América (13,1), Europa (12), África (2,9) y Oceanía (0,7). 

El ritmo y la forma en que consumimos ha cambiado con la hiperconexión y la vida de los aparatos cada vez es más corta. Y la obsolescencia planificada no ayuda. Cada fabricante de artículos electrónicos dispone una fecha de caducidad cuando lo elabora. Esto es, dejará de funcionar o de ser funcional a los pocos años de obtenido.

Además, la oferta y la asequibilidad de productos electrónicos ha creado una cultura de consumo de artículos de alta tecnología que cambian rápidamente. El ciclo de renovación de teléfonos móviles por citar sólo un producto, se reduce cada año un poco más.

Foto: El lanzamiento de nuevos modelos en forma permanente produce un deseo por tener el último equipo, que no corresponde con la caducidad del aparato.
 

Cómo es el reciclado y sus beneficios

Los artículos electrónicos que han cumplido su ciclo de vida y son desechados pueden y deben reciclarse debido a que los componentes dentro de estos productos tienen una duración más prolongada. Es un proceso que se lleva a cabo en dispositivos electrónicos e implica el desmontaje y separación de sus componentes y la recuperación de sus materias primas: plásticos, metales, entre otros. Este tipo de reciclaje se hizo necesario porque los residuos electrónicos contienen metales pesados muy contaminantes (mercurio, cromo y plomo, entre otros), cuya cantidad está aumentando en forma alarmante.

El reciclaje de estos aparatos tiene muchos beneficios ambientales. Permite recuperar elementos como vidrio, plástico y metales que vuelven al ciclo productivo. Esto disminuye la extracción de materias primas, cuidando los recursos naturales, y reduce la contaminación del aire, el agua y el suelo. Produce beneficios sociales, como la prevención de riesgos en la salud de las personas, porque evita que materiales tóxicos vayan a la atmósfera o a mares y ríos. Y además, tiene también ventajas económicas, en la medida en que genera puestos de trabajo (por ejemplo, para separar los materiales que componen los aparatos) y los residuos se convierten en materia prima para nuevos procesos productivos.

Foto: La basura electrónica pueden contener sustancias peligrosas y gases que dañan la capa de ozono y que afectan al calentamiento global. 

 

La creación de plantas de reciclaje formales proporciona una oportunidad de trabajo seguro y decente para miles de trabajadores alrededor del mundo. Y no hay que perder de vista que, además, existe un gran valor económico en los residuos electrónicos, en particular de materiales como oro, plata, cobre, platino, paladio, entre otros.

De acuerdo con la Unión Internacional de Telecomunicaciones (ITU), hay 100 veces más oro en una tonelada de teléfonos inteligentes que en una tonelada de mineral. Esto quiere decir que los depósitos más ricos de la tierra se encuentran actualmente en grandes basurales a cielo abierto.

Foto: La basura electrónica pueden contener sustancias peligrosas y gases que dañan la capa de ozono y que afectan al calentamiento global.
 

Según recientes estimaciones, los desechos electrónicos están valorados en 62.500 millones de dólares anuales, más que el PIB de algunos países. Es también 3 veces el valor de la producción de todas las minas de plata del mundo. Sólo en 2020, se descartaron 435.000 toneladas de teléfonos inteligentes, a pesar de contener miles de millones de dólares de valor en materiales. Para sacarle provecho a este tesoro, los Estados deben avanzar hacia el reciclado formal de estos aparatos.

 

Neuquén y el Programa RAEEs

En marco del Programa Provincial de Residuos de Aparatos Eléctricos y Electrónicos (RAEEs), la Subsecretaría de Ambiente a través de la Dirección de Gestión de Residuos Sólidos Urbanos y la articulación con Corfone SA, llevan adelante la recolección de los RAEES por diferentes localidades que ya cuentan con adhesión al programa.

Fotos: El Programa Provincial de Residuos de Aparatos Eléctricos y Electrónicos tiene como objetivo principal fomentar un correcto manejo de este tipo de desechos. Crédito: Subsecretaría de Ambiente de Neuquén
 

El Programa Provincial tiene como objetivo principal fomentar un correcto manejo de los RAEEs, reduciendo la cantidad de los mismos, que van a disposición final, a través de campañas municipales para la recuperación de estos residuos en desuso para su posterior recupero, valorización, reciclado.

Este año se inició la recolección por las localidades de Villa El Chocón y Piedra del Águila y se continuará por Junín de los Andes, Alumié y Villa La Angostura. Se estima que se recolectarán 40 bolsones aproximadamente. Los residuos son acopiados en bolsones tipo big bags que son donados por empresas que ya no los utilizan, propiciando así la reutilización de los mismos.

 

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