Trappist-1 es el nombre de una estrella distante, pequeña y fría que, paradójicamente, acaba de convertirse en la noticia "caliente" de la astronomía.
Un equipo internacional de 30 investigadores descubrió que a su alrededor orbitan siete planetas que tienen masas similares o más pequeñas que la de la Tierra, podrían ser rocosos y con temperaturas lo suficientemente bajas como para tener (o haber tenido) agua superficial, lo que se considera un prerrequisito para la vida.
Es decir, Trappist-1 sería un análogo compacto de nuestro sistema solar interior, pero a 39 años luz de distancia.
De hecho, Ignas Snellen, del Observatorio de Leyden, que hoy firma un comentario en la revista Nature sobre el descubrimiento, llama a estos exoplanetas "las siete hermanas de la Tierra".
"Este sistema es nuestra mejor apuesta para buscar vida extraterrestre", afirma por email Brice-Olivier Demory, profesor del Centro para el Espacio y la Habitabilidad de la Universidad de Berna, coautor del trabajo y encargado de analizar los datos registrados por el Telescopio Spitzer.
Demory descubrió que todos los planetas detectados tienen masas similares o más pequeñas que la Tierra.
Los investigadores llegaron a sus conclusiones después de apuntar hacia esa región del espacio telescopios ubicados en el desierto de Atacama, Marruecos, Hawaii, Liverpool, La Palma, España, y, durante 21 días seguidos, el observatorio espacial Spitzer de la NASA. Éste pudo cartografiar el paso (tránsito) de los planetas por delante de la estrella por las variaciones en su brillo.
De esta información dedujeron que el sistema Trappist-1 es extremadamente compacto, que los seis planetas más cercanos a la estrella o interiores tienen períodos (lo que tardan en dar una vuelta a su estrella) de entre un día y medio, y 13 días, y que el conjunto es extremadamente similar al de Júpiter y sus lunas galileanas, aunque en una escala 80 veces mayor.
Europa, Ganímedes y Calisto (las lunas de nuestro vecino gigante) también orbitan alrededor de su planeta con períodos que oscilan entre 1,7 y 17 días. Según Stellen, estos detalles, entre otros, sugieren que ambos sistemas se habrían formado y evolucionado de forma parecida.
Todavía, sin embargo, hay que afinar mucho las observaciones para averiguar más, algo que los científicos tienen planeado especialmente para cuando el año que viene se lance el James Webb Telescope, sucesor del Hubble. Por ejemplo, es difícil contestar qué temperaturas promedio tienen estas nuevas "hermanas" de la Tierra.