1 VS 1 Se desconocieron a la salida del boliche y terminaron a las trompadas en el centro de Neuquén A esa hora, cuando el boliche suelta su última canción y la puerta se vuelve un embudo de cuerpos transpirados, muchas veces no queda más que eso: el grito, el puñetazo, la mirada torcida, la corrida.