EDITORIAL

Un tiempo para cada cosa

Para contribuir a comprehender lo que sucede se me ocurrió releer una cita de un experto en cultura china quien al referirse a los asiáticos sostiene que nunca están deprimidos ni ansiosos o angustiados por que viven el presente y para ellos la ansiedad es el exceso de futuro, mientras que la depresión es el exceso de pasado.
domingo, 7 de febrero de 2016 · 03:51
Los días transcurridos desde el cambio de gobierno en diciembre han sido dinámicos, fulgurosos, clamorosos en algunos casos y por supuesto que esta visión tiene la singularidad de quien escribe. Cada quien percibe el paso del tiempo de acuerdo a las expectativas, ilusiones, e incluso intereses particulares. Cada uno de nosotros lleva una carga de subjetividad indisimulable. Siempre a la larga salen esas –nuestras- razones y son las que dominan nuestras acciones, estas acciones benefician o perjudican al universo de nuestras relaciones. Y de ahí la multiplicidad de miradas sobre o acerca de una misma situación, pasa en nuestra vida personal y social y cuando esas acciones son públicas y ejercen sus efectos sobre el conjunto social son políticas.  Por estas horas estamos viviendo ese estado de ánimo social que resulta de las medidas de los nuevos gobiernos asumidos hace casi 50 días apenas. Y cuando me refiero a los nuevos gobiernos hablo del gobierno municipal que reeligió a Horacio Quiroga en la municipalidad de Neuquén y reeligió al MPN en la figura del presidente del partido, ministro de Economía de Jorge Sapag y nuevo mandatario provincial a Omar Gutiérrez. 
En tanto que en el ámbito nacional le dio la oportunidad a Mauricio Macri encabezando una coalición de centro derecha que marca efectivamente un cambio en el rumbo del manejo del Estado nacional, es decir que hay un cambio ideológico que implica una mirada diferente de la marcha del país. Ese cambio de rumbo está legitimado por unas elecciones muy ajustadas y que ha dejado una marcada diferencia social. En ese contexto hay que tomar decisiones que benefician a unos y perjudican a otros, el estrecho margen político para llevar adelante esos cambios marca claramente el sendero por donde camina la política argentina, son los tiempos de la política hoy. 
Para contribuir a comprehender lo que sucede se me ocurrió releer una cita de un experto en cultura china quien al referirse a los asiáticos sostiene que nunca están deprimidos ni ansiosos o angustiados por que viven el presente y para ellos la ansiedad es el exceso de futuro, mientras que la depresión es el exceso de pasado.  Independientemente de quien acepte esta definición o no creo que es muy buena para guiar a quienes analizamos la política en estas horas. Sin duda que cada tiempo lleva la impronta de quien lo protagoniza, ya sea en la ciudad en que vivimos en la provincia o en la nación.  Por lo tanto es de buen analista tener la templanza de la comprensión de las medidas que se llevan a cabo y esperar el efecto de causará sobre la realidad. Cuando habló de medidas me refiero a las variables que guían la macroeconomía y las actividades microeconómicas. Entonces escuchar la verdad de los productores frutícolas arruinados por años y años de políticas macroeconómicas perjudiciales para su existencia -no ya para su negocio- causa estrago en la conciencia de quien informa, y tampoco deja indiferente al cronista cuando escucha la novedad en el retroceso de la actividad hidrocarburifera. La supuesta racionalidad del mercado manda en el caso del petróleo, y las erráticas políticas públicas gobiernan en el caso de los chacareros. La política que nació para corregir esas desigualdades ha estado ausente para los productores y ha elegido subsidiar el petróleo con la justificación de alcanzar el autoabastecimiento o la denominada soberanía energética. El largo brazo del Estado tiene barómetro distinto para cada actividad. Es una tarea pendiente para los nuevos gobernantes encontrar soluciones equitativas.
Las urgencias de tesorería son una constante para todas las administraciones públicas, una suerte de "no nos une el amor sino el espanto” que inmortalizara Jorge Luis Borges en uno de sus poemas más popularizados. Los gobernadores que antes estaban disciplinados por el reparto arbitrario de la administración K ahora sufren la escasez del tesoro nacional, salieron de Guatemala y están en Guatepeor.  La importancia del mientras tanto está en la confianza que se tenga de las medidas que se van tomando para alcanzar el financiamiento que requieren las administraciones. Y todo esto de lo que estamos hablando es sencillamente tiempo, y en política el tiempo es erosión o mieles.
La gestión de crisis será una prueba sustancial para los nuevos gobiernos y una gestión que atraviesa a toda la sociedad es la que implica la negociación con los docentes. La paritaria que resuelve la demanda de los maestros es una de las claves políticas para cualquier administración en el inicio de clases. Se está a pocos días de comenzar la discusión, se va a efectuar con nuevos parámetros de acuerdo a lo anunciado por la nueva administración nacional. En Neuquén tiene una carga ideológica distinta a la que se le suma la historia trágica que arrastra. Tal vez se estén terminando los torneos de verano y se comience a jugar por los puntos, la crisis del petróleo permitió que todos los actores de la misma buscaran una salida posible, el enemigo está afuera, es la crisis internacional de los mercados con los docentes y los gremios estatales la cuestión es distinta, la demanda va contra la administración provincial. Aquí se empieza a ver cuál es el manejo del nuevo gobierno.  Hasta ahora la idea ha sido seguir de puertas abiertas acompañando las demandas de la gente, veremos cómo se salda el conflicto con los combativos gremios estatales.

 

M.E.G. 



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