Las presidenciales de este año -previa escala en las PASO- encuentran a la provincia de Neuquén en una situación expectante pero atípica, en virtud de lo que será el fin de la hegemonía del MPN, ya consumada en las urnas del 16 de abril. No obstante, se entiende que el gobernador electo, Rolando Figueroa, también procurará una relación armoniosa sea quien fuere quien conduzca los destinos del país, porque simplemente lo lleva en su formación política y porque -en cierto modo- ya lo anticipó en los hechos.
En su cuenta regresiva, y luego del mentado federalismo de coordinación, el gobierno provincial neuquino hizo visibles las diferencias con la administración central y -ya sin margen para la paciencia diplomática- lanzó reproches tanto por las represas como por la deuda que la Anses tiene con el ISSN. También, desde su rol de diputado nacional, Figueroa gestiona en busca de soluciones. Se encuentra abocado a las construcciones, y es precisamente en esas construcciones donde las legislativas también tienen su capítulo.
El gobierno que conducirá desde el 10 de diciembre necesitará del respaldo legislativo, tanto para impulsar o respaldar normas que interesen a su modelo de provincia, como para conversar cuestiones relacionadas con el quórum. Y es acá donde Rolo Figueroa ha sorprendido de nuevo, ya que la nave insignia del frente con el que ganó las provinciales (Comunidad) no ha presentado candidatos. De todos modos, el frente sí los tiene. Y eso no es todo.
En el robustecimiento de su estructura política, sumó -hace apenas unos pocos días- el acercamiento de la diputada nacional por el Frente de Todos (FdT) Tanya Bertoldi, sobrina del intendente de Centenario, Javier Bertoldi, quien rompió con los peso pesado del PJ local, que en el último congreso partidario estuvieron del mismo lado, es decir Darío Martínez (el presidente) y Oscar Parrilli (el más cercano a la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner). Tanya tiene mandato hasta diciembre de 2025 y su respaldo será fundamental.
La provincia tiene cinco bancas en la Cámara Baja del Congreso de la Nación. El otro legislador con mandato hasta 2025 es Pablo Cervi (JxC) y el tercero es el propio Figueroa, quien será reemplazado, respetando la ley de género, por el ministro de Gobierno y Educación, Osvaldo Llancafilo, del MPN. Se conocen y se conocen bien. Se entiende que Llancafilo tendrá un rol clave en la defensa de los intereses de la provincia y de quienes habitan en ella. Su frontalidad está sobradamente probada.
Los diputados nacionales cuyos mandatos vencen este año son Guillermo Carnaghi (FdT) y Francisco Sánchez (JxC - PRO), quien irá a las PASO en busca de su derecho a pelear por la continuidad en la banca. Su rival, en la interna, será una aliada directa de Figueroa: la diputada provincial reelecta Leticia Esteves, quien es la candidata del jefe de gobierno porteño y precandidato a presidente de la Nación, Horacio Rodríguez Larreta. Mientras que quien respalda a Sánchez es la adversaria interna de Larreta, Patricia Bullrich.
También la concejal de Neuquén y diputada provincial electa, Nadia Márquez (Arriba Neuquén) buscará llegar al Congreso con respaldo de la expresión libertaria neuquina. Lo novedoso en este caso será que las dos integrantes del espacio que gobernará la provincia a partir del 10 de diciembre, irán a las PASO bajo paraguas de fuerzas nacionales, lo cual implica un plus.
El frente de Figueroa es provincial, igual que el MPN. Históricamente, al MPN le han costado las legislativas toda vez que coincidieron con las presidenciales, por aquello de la boleta corta y la predisposición de la mayoría de los electores a priorizar sus intereses en la presidencial. Lo original se dio en 2011 cuando, durante el gobierno de Jorge Sapag, el MPN adhirió a la reelección de Cristina Fernández de Kirchner y pegó las boletas. Fue una excepción que no volvería a repetirse. Ahora el MPN azul irá a las PASO con el ministro de Turismo, Sandro Badilla, como precandidato. Será una buena oportunidad para evaluar el caudal del partido provincial, frente al nuevo escenario político.
Figueroa no pondrá su caudal en juego. Está concentrado en las municipales que vienen; entre ellas las de Plottier y Cutral Co. Lo viene demostrando en sus armados. De hecho su triunfo en las provinciales no sólo fue felicitado por Larreta y Bullrich, sino también por el precandidato a presidente de Unión por la Patria (ex FdT) Sergio Massa, quien lo recibió en su despacho durante la semana posterior a los comicios. Luego volvió a hacerlo en medio de la polémica por la administración de las represas hidroeléctricas de los ríos Limay y Neuquén. En esa segunda oportunidad lo recibió junto con la secretaria de Energía, Flavia Royón. La foto hizo ruido y se aclaró que sus gestiones fueron en condición de diputado nacional.
Por el lado de los senadores, los tres que representan a la provincia tienen mandato hasta 2025. Dos son del FdT, Parrilli y Silvia Sapag; la tercera es Lucila Crexell, quien se formó en el MPN, se acercó a JxC y ahora respalda la precandidatura de Bullrich. Crexell, oriunda de San Martín de los Andes e hija de la recordada Luz Sapag, ha tenido en la semana palabras de acercamiento hacia Figueroa.
Lucila es nieta de Don Elías Sapag, uno de los fundadores del MPN y protagonista de una inolvidable sesión en la Cámara Alta del Congreso de la Nación. Fue el 15 de marzo de 1984, cuando el gobierno de Raúl Alfonsín intentó aprobar un proyecto de reforma al sistema de elecciones en los sindicados, al que se llamó “Ley Mucci” en referencia al entonces ministro de Trabajo, Antonio Mucci. La iniciativa fracasó por el voto negativo del neuquino que fue literalmente decisivo.
Aquel hecho fue, excepcional, y por eso se lo recuerda como lo que es: un hecho histórico. Hoy los tiempos cambiaron y obligan a las construcciones amplias y múltiples en lo que hace a partidos y dirigentes , tal como la que sigue edificando el gobernador electo.