CAMBIO DE POLÍTICAS
¡Trabajar 4 días, descansar 3! el nuevo plan de Portugal
El gobierno anunció un programa piloto de semana laboral de 4 días que comenzará en junio de 2023.El gobierno de Portugal dio el visto bueno a un proyecto laboral piloto que comenzará en junio de 2023 y durará seis meses. Lo más destacable es que las semanas tendrás 4 días laborables y sin recorte salarial, se reducirán las horas de trabajo y la participación de las empresas será voluntaria. Aún no se estipula un número exacto de horas semanales, pero pueden ser 32, 34 o 36 horas, definidas por acuerdo entre la dirección y los trabajadores.
Este plan llega luego de que algunas entidades de Portugal realicen una investigación en varias empresas del país. También fue impulsado el Partido Socialista ya que lo incluyó en su programa electoral para las legislativas de enero de este año, que ganaron con mayoría absoluta.
Por el lado del sector privado ya han manifestado su descontento, y dice sentirse un poco incómodo e inseguro sobre la propuesta. La Confederación de Comercio y Servicios y la de Turismo han declarado que no es el momento de discutir la semana laboral de cuatro días, argumentando que hay otras prioridades, como la crisis energética. Pese a las críticas, el gobierno aclaro que esta “prueba piloto” será de forma voluntaria en cada empresa.
Otros países europeos ya han implementado esta medida de reducir los días laborales. Islandia es un caso de éxito, en dónde el 1% de la población pasó de trabajar 40 horas a 35 horas semanales, cuatro días a la semana. Los casos de agotamiento, y las bajas por enfermedad cayeron en picado, y la productividad aumentó.
Un caso notable lo explicamos en Magnet hace unos meses, donde Reino Unido emprendió el mayor experimento hasta la fecha sobre la semana laboral de cuatro días con 70 empresas participando. Una encuesta concluía que el 78% de los líderes de esas 70 empresas afirman que su transición fue "buena". La mitad, el 49%, dijo que la productividad había mejorado.
Pero en otros casos, como España, la experiencia fue altamente criticada ya que implicaba una reducción del salario. Lo mismo pasó en Bélgica, que llevó a cabo una reforma de ley para implantar una jornada laboral de cuatro días pero que, en este caso, no implicaba trabajar menos, sino agregar más horas en menos días.