El rescate de 49 migrantes que habían sido secuestrados en la ciudad mexicana de Matehuala volvió a poner en foco sobre los peligros que corren quienes atraviesan Centroamérica. El grupo de migrantes rescatados estaba compuesto por hombres, mujeres y niños, provenientes de países como Venezuela, Honduras, Brasil, Cuba, Haití y El Salvador.
Los migrantes fueron encontrados en una carretera y en una casa, en el límite entre San Luis Potosí y Nuevo León, y posteriormente fueron trasladados a la delegación del Instituto Nacional de Migración en dicha región. El rescate se llevó a cabo como parte de un operativo en el que participaron 650 uniformados, incluyendo guardias nacionales y soldados.
Cabe recordar que el pasado 15 de mayo, un comando de sujetos posiblemente armados detuvo el autobús que trasladaba a los migrantes. En sus declaraciones, éstos dijeron que sus secuestradores argumentaron que el autobús en el que viajaban “ya había pasado varias veces por la zona sin reportarse”. De hecho, los conductores de la unidad permanecen desaparecidos.
Cada año, miles de migrantes, sobre todo de Centroamérica, se desplazan por México hacia Estados Unidos en busca de nuevas oportunidades. Pero se trata de en una travesía peligrosa por la actividad de grupos criminales y armados. A esto se suma, en ocasiones, la intervención de autoridades corruptas.
Distintos organismos internacionales alertaron sobre estos peligros crecientes que enfrentan los migrantes, que deben utilizar vías clandestinas en un contexto de maltratos, hostigamientos y demandas de pagos, entre otros. En especial, ante el crecimiento de las operaciones militares que buscan contener los grandes flujos de personas.