Policías quedaron detenidos por haber recibido bebidas alcohólicas de manos de un delincuente que se estaba llevando todo tipo de artículos de un conocido resto ubicado en la segunda bajada de la peatonal principal de Las Grutas. Luego de escuchar el relato de la fiscalía, la defensa pidió que sean escuchadas la versiones de los acusados.
Ambos compartieron la misma defensa particular y coincidieron en que conocían al hombre que encontraron dentro del local gastronómico, quien les dijo que era el encargado y les quiso regalar algunas bebidas por la buena tarea realizada durante la temporada.
De todas maneras, el testimonio no valió demasiado para zafar de vivir el proceso de investigación tras las rejas. La abogada particular Verónica Arizcuren no puso resistencia al pedido de la fiscal Mariana Giammona, quien expuso que había riesgo procesal: varios testigos debían declarar y, al tratarse de personal policial, podían interferir en los distintas pruebas que le resta juntar.
Antes de llegar a la definición de la audiencia de formulación de cargos de manera virtual por Zoom, la responsable de la Fiscalía 8 de Viedma relató cómo fueron los hechos. Aseguró que los dos empleados policiales, el sargento Hugo Horacio Figueroa (40 años) y el cabo Nicolás Víctor Carus (25 años), "sustrajeron elementos" en compañía de una tercera persona, Pablo Freita, quien viajó a Cipolletti.
A este último, lo culpó del ingreso al local "forzando la cerradura de la puerta y después lo hicieron los empleados policiales de la Unidad 29° estando en funciones". Y, aclaró que "de forma conjunta robaron un taladro, un monitor, botellas de Champagne Deseado, unas cinco botellas, una caja de herramientas, cervezas y dos microondas". Para después calificar el hecho como "robo agrabado por dos circunstancias: por haber sido cometido en un lugar poblado en el lugar más céntrico de Las Grutas en banda por ser tres personas; y también, agravante por la circunstancia que hay dos miembros de la Policía de Río Negro".
Como publicó de manera exclusiva Mejor Informado y que hoy ya formó parte de todos los medios de la provincia (pese a las limitaciones que puso la Policía de Río Negro para acceder a la información) el dueño de Pioneros fue el que descubrió la participación de los policías al revisar las cámaras de seguridad.
Los dos policías, sentados en el banquillo de los acusados, escucharon la acusación y después quisieron brindar su versión, asesorados por su abogada. El primero en hacerlo fue Carus, nacido en Mencué, quien explicó que cuando recorrían la peatonal, vieron que la puerta de Pioneros estaba abierta. Entraron y "salió una persona de la cocina, que aseguró que estaba terminando de ordenar". También, "nos ofreció algo para tomar y mi compañero le pidió una Coca". Sin embargo, "él nos dio unas botellas de champagne y cerveza por nuestro buen desempeño. Que aceptamos y guardamos".
Y se justificó: "Creímos en él. Que él era el encargado del restaurante". Y reconoció que lo conocían porque "siempre andaba en esos lugares". El ladrón, Pablo Fleitas, era quien repartía volantes y hacía promoción en el restaurante El Barco, ubicado muy cerca de Pioneros.
Figueroa también aceptó hablar: "Alumbramos con la linterna y dijimos que éramos policías. Sale este muchacho de adentro de la cocina y dice que estaba terminando. Nos preguntó si nos habían avisado los vecinos porque estaba haciendo ruido. Cuando nos estábamos por retirar, me ofreció tomar algo. Le pedí una Coca y nos dijo que mejor nos daba unos champagne y unas cervezas".
Y, complementó: "le pido el documento, me dice que lo había perdido, que se llamaba Pablo. Se veía muy tranquilo, no se notó alterado por las preguntas. Ahí fue cuando nos fuimos".
Pese a la explicación que brindaron, el juez Fábio Corbalán dio por formulados los cargos y además hizo lugar al pedido de prisión preventiva solicitado por la fiscalía. La defensora extrañamente no discutió y sólo planteó la posibilidad de cumplirla en sus domicilios. Pero el magistrado no estuvo de acuerdo y decidió que cumplan la medida cautelar en la cárcel de Viedma, aunque aclaró que deberán acondicionar un lugar para mantenerlos al resguardo por ser policías.