Tres empleados de una empresa de asistencia en tierra en el Aeropuerto Internacional de Bariloche quisieron estafar a una pareja de turistas que se movilizaban en un avión privado. La Justicia los imputó por cobrar una suma excesiva por el estacionamiento de la aeronave. Como parte de la maniobra, presionaron a las víctimas haciéndoles creer que en caso de no pagarlo verían alterado el plan de vuelo y no podrían despegar nuevamente.
El hecho ocurrió alrededor de las 10 de la mañana del 23 de abril, en el aerpuerto internacional Luis Candelaria de Bariloche, uno de los de mayor tránsito aéreo en el interior del país, cuando los empleados se acercaron a la aeronave, estacionada en la posición auxiliar número 12, y comenzaron a exigir un pago por el estacionamiento.
Según la denuncia que llegó a la Justicia, los empleados inicialmente pidieron 120 dólares por el servicio de estacionamiento, cifra que luego aumentó a "120.000 con recibo o 90.000 sin recibo", sin especificar si se trataba de dólares o pesos. En un contexto de presión y con el tiempo jugando en contra, ya que debían cumplir con un plan de vuelo estipulado, las víctimas decidieron entregar 100.000 pesos, y tomaron una fotografía como prueba del pago.
Luego de dar aviso en la torre del aeropuerto, los controladores aéreos informaron sobre el incidente a las autoridades. La imagen del pago realizada por los afectados permitió rastrear el dinero y devolverlo a la pareja. En este sentido, el fiscal que lleva adelante la causa destacó que "esta conducta no está prevista en los protocolos internos de la empresa en cuanto a la facturación y cobro de servicios", lo que subraya la irregularidad de los actos de los imputados.
La investigación, que se extendió durante varios meses, reunió una serie de pruebas que permitieron la identificación y posterior imputación de los tres empleados. Entre los elementos de prueba se encuentran el acta de denuncia, testimonios de los controladores de tránsito aéreo, registros de las empresas que operan en la jurisdicción del aeropuerto y la intervención de la Policía de Seguridad Aeroportuaria (PSA), que ayudó a identificar a los responsables.
La defensa de los imputados, que fue presentada por un defensor particular, no objetó los cargos en esta etapa procesal, pero adelantó que en los próximos meses ofrecerá una teoría alternativa sobre los hechos. Según la defensa, trabajarán en recabar más información que permita poner en duda las acusaciones del Ministerio Público Fiscal.
El juez de Garantías, tras analizar la evidencia presentada, decidió formular cargos por tentativa de estafa en grado de coautoría. Los tres imputados, que se encuentran con libertad condicional, deberán fijar domicilio como medida cautelar mientras avanza el proceso judicial.