La detención del oficial inspector, al que la Justicia prohibió nombrar, acusado de integrar una violenta banda de entradera, sigue generando coletazos políticos, judiciales e institucionales en Río Negro. A solo días de que la Justicia le dictara un año de prisión preventiva, el gobernador Alberto Weretilneck ordenó su traslado a una cárcel común y en un gesto de frontal confrontación con las decisiones judiciales, volvió a publicar su nombre y apellido en las redes sociales.
El Poliladron, quien prestaba servicio en la Subcomisaría 69° del barrio Nuevo de Roca, fue acusado por su participación en un brutal asalto que dejó como saldo a una de las víctimas con un ACV, que aún está internado con pronóstico reservado. Por la gravedad del hecho, el juez de Garantías dispuso su prisión preventiva y quedó bajo la órbita del Servicio Penitenciario provincial, dependiente del Ministerio de Seguridad.
Luego de permanecer alojado en una comisaría, fue trasladado ayer cerca del mediodía a El Maruchito, una cárcel de baja seguridad reservada para detenidos de confianza, ex policías, abusadores y condenados que por diferentes razones no pueden convivir con la población penal general. El lugar, ubicado sobre calle Palacios, se caracteriza por un régimen de casi libre tránsito y condiciones de detención sensiblemente más laxas que otros penales como el de Ejecución Penal N°2 de Roca o el Penal N°1 de Viedma.
Luego del traslado, hizo pública su decisión a través de la red social X: “Instruí al Ministro de Seguridad y Justicia, Daniel Jara, para que el agente policial Enzo García, detenido por integrar una banda de ladrones, sea alojado en un establecimiento penitenciario común. Sin privilegios. Sin consideraciones especiales. Como lo que es: un delincuente más”.
En un tono desafiante, Weretilneck no sólo volvió a desobedecer la prohibición de difundir nombres y fotos del Poliladron, y reafirmó su postura de mano dura con los integrantes de las fuerzas de seguridad que cometen delitos. “Quien traiciona el uniforme, traiciona a toda la sociedad. Y en esta provincia, el que delinque, paga. No importa si lleva placa o no. No vamos a permitir que se ensucie la institución ni que se ampare en el Estado para delinquir”, escribió el mandatario, y cerró con una frase que ya empieza a convertirse en lema: “En Río Negro, el que se corre de la ley, se queda afuera”.
El Maruchito, donde compartirá dias con camaradas y el periodista Emiliano Gatti
El poliladron está alojado en El Maruchito, donde comparte espacios con varios detenidos de alto perfil, entre ellos el periodista Emiliano Gatti —condenado a seis años por tráfico de videos de abuso sexual infantil— y el basquetbolista Guido Gadañoto, condenado por abuso sexual a una de sus alumnas en las inferiores de Deportivo Roca.
También conviven ex policías con condenas gravísimas: el cabo Walter Cóceres, que asesinó de seis tiros a su esposa policía frente al colegio de sus hijos en Viedma; Jorge Villegas, que mató a Pablo Vera que intentaba robarle el estéreo; Nelson Manquilef, sentenciado a 14 años de cárcel por abusar reiteradamente de la hija de su pareja; y los siete policías culpables de la desaparición y crimen del trabajador rural salteño Daniel Solano.