POLILADRON
La historia no contada del policía acusado de entraderas
El oficial, al que no se puede nombrar por orden judicial, tuvo una condena por violencia de género, pero luego un tribunal lo absolvió por el beneficio de la duda.El oficial inspector de la Policía de Río Negro, al que no se puede nombrar por orden judicial, que recientemente fue detenido por estar vinculado a una banda dedicada a violentas entraderas en lel Alto Valle, ya había estado involucrado en una causa judicial previa por violencia de género. En el momento de su detención, el uniformado prestaba funciones en la Subcomisaría 69° del barrio Nuevo, de Roca, y le encontraron distintos elementos relacionados con los robos, como varias réplicas de armas, varios uniformes policiales, y un arsenal en su auto.
Sentarse en el banquillo de los acusados no es nuevo para el poliladron. Es que hace unos años tuvo que enfrentar un juicio por una denuncia por golpes y amenazas. El hecho en cuestión sucedió el 16 de junio de 2018, en la vivienda de otra policía, quien era su ex pareja. Según consta en el legajo, ese día el oficial rompió de una patada la puerta de la vivienda de la mujer, con la certeza de que adentro estaba ella con otro hombre, también integrante de la fuerza.
Al ingresar, los encontró manteníendo relaciones sexuales. La mujer relató que la golpeó, la arrastró de los pelos y la persiguió por la calle hasta dejarla desnuda en la vía pública. Luego, siempre según su testimonio, la obligó a reingresar a la vivienda, donde continuó agrediéndola y hasta llegó a desenfundar su arma reglamentaria, para apoyarsela en la cabeza y decirle que los iba a matar a los dos.

En el juicio, el oficial fue condenado por el delito de lesiones leves agravadas por el vínculo y la violencia de género. Sin embargo, tras apelar la decisión, un Tribunal de Impugnación revocó la sentencia y lo absolvió por el beneficio de la duda. Para la jueza María Rita Custet Llambí, cuyo voto fue determinante y ganó por mayoría, no se probó un contexto de violencia de género y remarcó la ausencia de testigos presenciales y de no tener en el juicio el testimonio de la víctima.
Esa causa no tuvo consecuencias disciplinarias dentro de la fuerza. El oficial continuó con sus funciones hasta que el pasado lunes fue detenido por su participación en una banda delictiva dedicada a robos bajo la modalidad de entraderas. Actualmente se encuentra cumpliendo la prisión preventiva por un año ordenada por el juez de Garantías y hoy fue trasladado al Maruchito, una dependencia de ejecución penal de mínima seguridad, reservada para internos de confianza o aquellos que no pueden estar alojados en cárceles comunes por el tipo de delito o por ser integrantes de las fuerzas de seguridad.